El papa Francisco animó ayer a los fieles a ofrecer "gestos de solidaridad y acogida" en medio de un mundo atormentado, antes del rezo del Regina Coeli, que sustituye al Ángelus durante los cincuenta días del periodo pascual. "Seremos hombres y mujeres de resurrección si, en medio de los asuntos que atormentan al mundo, de la mundanidad que aleja a Dios, sabemos ofrecer gestos de solidaridad y de acogida", dijo desde la ventana del Palacio Apostólico a los fieles que le escuchaban en la plaza de San Pedro.

Francisco les instó a "alimentar el deseo universal de la paz y la aspiración de un ambiente libre de la degradación", así como a defender "el valor de la vida". "Se trata de señales comunes y humanas pero que, mantenidas y animadas por la fe en el Señor Resucitado, pueden adquirir una eficacia muy superior a nuestra capacidad", apuntó. El pontífice también pidió a los fieles "ser símbolos límpidos de Cristo Resucitado".