Rotos, pero felices. Llegaron a las cinco de la madrugada a Fátima. No durmieron en el autobús: primero, por los cánticos; tras cruzar la frontera, por el rezo del rosario. Y tras pasar la noche en la explanada del santuario, el esfuerzo les brindó una recompensa. Tras seguir la misa del Papa, una parte del grupo de 250 jóvenes que salieron de Galicia en autobuses a medianoche del día 13 de mayo, pudo ver a pocos metros al papa Francisco en su despedida de Portugal.

Viajaba con ellos el delegado de la Pastoral de la Juventud de la Diócesis de Tui-Vigo, Alberto Montes, que relató ayer los emocionantes momentos vividos: "Llegamos justo al alba a la explanada".

Durante la ceremonia de canonización y misa del Papa -que concelebraron más de setenta obispos-, los sacerdotes se situaron al comienzo de la explanada. "El Papa estaba conmovido", valora Montes. Entre los momentos que destaca están la "impresionante" despedida de la Virgen, momento en el que los fieles de la explanada portaban pañuelos blancos, y el gran aplauso con el que los peregrinos sellaron el ritual en el que los pastores fueron santificados.

Como reflexión, Alberto Montes asegura que lució "la juventud y vitalidad de la Iglesia" en el acto, porque "han sido canonizados dos adolescentes ante jóvenes de todo el mundo, que lo presenciaron en la explanada". La ceremonia fue larga: se extendió desde las 10.00 a aproximadamente las 13.00 horas -destacando el tiempo que ocupó la Comunión-.

Hasta medio millar de fieles del del Arzobispado de Santiago, de la Diócesis de Lugo y la de Mondoñedo-Ferrol pero, sobre todo, de las Diócesis de Tui- Vigo y Ourense siguieron la misa del papa Francisco desde la explanada de Fátima. Varios centenares de peregrinos partieron el viernes con viajes organizados por las diócesis de Galicia, desde donde se fletaron cinco autobuses para fieles y universitarios, estudiantes Erasmus. También viajó el obispo de Vigo-Tui.

Del Seminario Mayor de Ourense partió un grupo de diez seminaristas, un diácono y tres sacerdotes. Mientras, varios sacerdotes, religiosos, matrimonios y seglares de Verín se organizaron también por su cuenta para viajar al encuentro con el Papa y un autobús con medio centenar de estudiantes, profesores y padres de alumnos de un colegio de la localidad.