El farmacéutico Vicente Jairo Álvarez reconoce que un análisis de la situación del gremio aún apunta hacia el calificativo de "difícil". Aunque prefiere no cuantificar los aprietos con números concretos, Álvarez, destaca que "muchas" boticas continúan atravesando dificultades: "Las farmacias gallegas siguen en crisis. Las facturaciones continúan cayendo y la situación no mejora. Muchas sobreviven endeudándose. Hay embargos y bastantes concursos de acreedores". Si bien reconoce que la apertura de farmacias, previstas en el nuevo mapa farmacéutico propuesto por la Xunta, podría, afectar a la caja registradora de las ya existentes, confía en que, al ubicarse en zonas urbanas en las que el censo ha medrado en los últimos años, el impacto se solvente "sin problemas " con el "reparto" de clientela entre las veteranas y las nuevas:

"Lo que nos preocupa es lo que sucede donde no hay gente", apunta, y añade: "El mapa planteado por la Xunta responde a las necesidades de atención de la población pero espero que también tenga en cuenta los desajustes que se producen como consecuencia de los desplazamientos poblaciones desde las áreas del interior hacia las urbanas", señala el presidente del Colexio Oficial de Farmacéuticos de Ourense.