En A Estrada, los detalles de la op eración Captor eran ayer el centro de todas las conversaciones mientras que los profesores del García Barros volvían a mostrarse herméticos, como ya habían hecho en mayo cuando trascendió que el hackeo de los correos de docentes para hacerse con los exámenes era un "secreto a voces" de los que los profesores fueron los últimos en enterarse. Así se desprendía de la respuesta que la directora del centro dio a un escrito de la Federación Provincial de APAS que criticaba la suspensión del acto de despedida de segundo de Bachillerato decidida por el claustro pocos días antes, tras conocer y denunciar el hackeo de cuentas de correo de numerosos docentes. Aunque esto venía sucediendo "de mucho tiempo atrás", los profesores no se percataron hasta que "una importante cantidad" de ellos empezaron a recibir avisos de accesos a sus cuentas corporativos de correo electrónico desde otros equipos informáticos no autorizados".