Domingo 25

El anillo. Richard Burton le regaló a Liz Taylor un solitario de SS quilates. El príncipe Guillermo puso en el dedo de Kate un zafiro azul que perteneció a Lady Di. El anillo que le dio John F. Kennedy a Jacqueline llevaba esmeraldas, sus favoritas. Rainiero no se estiró mucho al pedir matrimonio a Grace Kelly pero al ver los diamantes que se gastaban en Hollywood lo cambió por otro mayor. Pero la intención la que cuenta y todos esos diamantes no podrán competir en la vida con la alianza rudimentaria de GloriaCa. La isla es lo que tiene, que desarrolla la imaginación, y aquello de hacer de la necesidad, virtud. Rosa Benito se hizo una cruz rústica y con Amador protagonizó una versión como de porno casero del revolcón arenero de De aquí a la eternidad. Y Leticia Sabater se construyó un amigo imaginario con un coco copiándole la idea a Carmen Russo. Así que Kiko se las ingenió para hacer orfebrería fina con una concha y una cuerda.

¡Papá, que nos casamos!, dijo ella. Un anillo de verdad habría sido más adecuado pero al menos el muchacho no hizo como aquel que metió la sortija en su herida para que la encontrase su novia enfermera. O aquel otro que la llevó dos días en el pene. Como prueba de amor.

Lunes 26

Anas. Hay muchas mujeres en Ana. No por nada es una biólogoartista, polifacética, soltera y madre en la vida como Lina Morgan, etc, etc. Hay una Ana despechada, la que, según propia confesión, grabó las llamadas que le hacía Lequio despotricando de la supuesta celulitis de la mujer con la que acababa de ponerle públicos -esto es, en papel cuché- cuernos y se las sirvió en bandeja fría -lo de la venganza caliente- a la nueva amante. Hay otra Ana futbolera, pero no porque juegue, o le tenga afición, sino por sus novios futbolistas, a saber: uno conocido, otro del que solo dio pistas y el tercero que no se saca de la boca, al revés que hacía Victoria con los ajos españoles. Lo dicho. Hay muchas mujeres en Ana. Y en el currículo del conde también.

Martes 27

Memorias. Nos las han legado desde Neruda a Tita, de Churchill a Humberto Janeiro, de Francisco Ayala a Ana Obregón. Pero faltaban las de Terelu, con lo que Teresa Lourdes tiene que contar. No es que no cuente, que contar, cuenta. Aunque se dosifica: pim-pam, pim-pam. Es que ahora lo hace en volumen para coleccionista. Cuenta, además, con escribiente de lujo, el tal Kike, otro cronista rosáceo con el que tuvo tratos. Las llama Frente al espejo, como la canción de Raphael (prologuista), como las venus, haciendo honor a su histórico posado de póster para cabina de camionero (sic). Prefiero ser así a ser lo que eres tú/ prefiero ser un loco soñador/ amante de la vida en libertad/ prefiero ser de fuego y de pasión a ser espejooooooooo...

Miércoles 28

Matemáticas. Digo que es ir a mala idea y que qué tendrá que ver el tocino con la velocidad, o con las témporas, o con las hojas de los rábanos, como sea. Qué necesidad hay de someter a los supervivientes, que bastante tienen con lo que tienen, a un test de cultura general. Hacen lo mismo con las misses —y supongo que con los místers— y con idéntica —y aviesa— intención. Es como si Emma propusiera a los tronistas que se dedicaran en las citas con sus pretendientes/ as a intentar resolver, así, al alimón, la conjetura de Collatz, porque darle vueltas a los sistemas binarios une mucho a las parejas. Esta gente no va a Honduras para ingresar en las reales academias tras la expulsión, va a lo que va. El otro día, sin ir más lejos, le pasó parecido a María Patiño. Quería calcular la diferencia de edad de señora estupenda madura con futbolista jovenzuelo, que es lo suyo, y lo mollar, y se hizo un lío con la cuenta de la vieja, otra expresión popular que ya le vale. Y la Patiño, que es brava, zanjó con otro clásico del inventario colectivo: yo es que soy de letras puras. Alba Carrillo, modelo y escandalosa pero ilustrada, acertó todas las respuestas, no registró ni un yerro. Y también lo es mucho, de letras. Y de puras.

Jueves 29

El reloj. A lo largo de la historia del pensamiento, los relojes han sido utilizados como metáfora, símil, analogía. Dios como un relojero, el universo como un mecanismo de precisión, la vida como un permanente tic tac... Cicerón, Voltaire, Descartes, Oresme, Susón, Leibniz... y Escassi. El jinete se va -del matrimonio, breve y fugaz (el tiempo otra vez), con una millonaria venezolana- como llegó, dicen, salvo por un Rolex de oro. Los caballos -ni los equinos ni los del Lamborghini que le regaló su exseñora- no, los caballos eran de prestado. El Rolex está bien, pero ojo, porque citando a Cortázar, que no sé si es muy ad hoc, No te regalan un reloj, tú eres el regalado .

Viernes 30

Los chinos. Este hombre, el hombre de Teresa, Bigote Arrocet, Edmundo, es un hombre de mundo, valga la redundancia. Una mente emprendedora, una visión global y un talento que igual vale para un roto que para un descosido. Tanto decir, tanto decir que a María Teresa el partner no le trabaja nada, que en la isla no pegaba palo al agua (literal el palo y el agua) y resulta que sí, que es diseñador de ropa. Igual que Chabelita. Ah, no, que Chabelita al final no. Pues igual que la mujer del torero. María José Campanario no, cómo sois, ella es odontóloga titulada, la otra, la cuñada de Kiko Rivera. Aunque, a diferencia de esta, lo suyo no es la couture, lo suyo es el low cost, pero muy low, la ropa de los chinos de toda la vida desde que entraron en nuestras vidas. ¿Ustedes no recuerdan que The Campos, para demostrar en su reality que igual suben a los palacios que bajan a las cabañas, comían churros por la calle, se iban de mercadillos y entraban en los bazares? Pues no era casual. La tienda china de Majadahonda en la que compraba la matriarca era la de la socia de Edmundo, que la abastece de diseños así sencillitos, de sport, como para ir a la isla. Camisetas, pantalones... Lo que viene siendo un fondo, De armario.