Vehículos dotados de biosensores para lograr una mayor interacción entre hombre y máquina, con mandos activados a través de pantallas táctiles similares a las que tienen los móviles, y con luces LED integradas en los tejidos del techo para iluminar el interior. Esas son algunas de las innovaciones que se generalizarán en la industria del automóvil durante el próximo lustro, según Paul Lamarchoise, investigador del Centro Tecnológico de Cataluña, Eurecat.

Estas innovaciones han sido presentadas en la feria Automotive Interiors de Stuttgart (Alemania) y algunas de ellas ya se están ensayando en coches de gama alta. Mas Lamarchoise augura que, antes de cinco años, su uso ya estará generalizado en toda la industria.

"Se trata de tendencias en auge muy demandadas por la industria y que se están empezando a implantar en la cadena de fabricación de coches de alta gama, junto con pantallas directamente integradas en las propias consolas y con nuevos factores de forma, que permiten curvaturas y que se vean casi como un teléfono móvil y no como el mando de un coche", sostiene Lamarchoise, quien incide en que las nuevas tecnologías de electrónica impresa directamente integrada en el plástico "van a reemplazar, en pocos años, el formato de las consolas que actualmente se activan mediante botones mecánicos".