La mayoría de las dietas que se realizan tras el verano suelen provocar importantes carencias nutricionales porque la mayor parte no está supervisada por un especialista, poniendo así en riesgo la salud y favoreciendo el llamado efecto rebote. Según datos aportados por expertos de la Clínica Feel Good, más del 80% de las personas que realizan una dieta sin control médico sufren carencias vitamínicas, minerales, alteraciones en el colesterol, transaminasas o en los índices glucémicos.

"La obesidad va asociada a una patología, la patología a una serie de fármacos y todo esto solo lo pueden manejar los médicos especialistas en Nutrición. La salud es cosa de la medicina, por eso hay que controlar el peligro que supone hacer una dieta tras otra sin vigilancia ni supervisión médica", avisa la directora de la clínica, María Amaro.

La misma opinión manifiesta el director de la Unidad de Nutrición de la Clínica Tufet, Jaime Tufet, quien asegura que para adelgazar hay que comer "muchos días bien y uno mal". Advierte, además, de que para perder kilos es importante hacer dieta por "convencimiento y sin castigarse".