Entre 300 y 400 gallegos pierden la vida cada año por la gripe, calculan las autoridades sanitarias, y desde la Consellería de Sanidade no se cansan de advertirlo campaña tras campaña: "La vacunación es el método más eficaz para poder disminuir el número de casos de gripe, así como las complicaciones graves y las muertes derivadas de su padecimiento, especialmente en los grupos de riesgo". En el punto de mira están sobre todo las personas de edad avanzada, en la que "la vacuna reduce la enfermedad y la complicaciones hasta un 60%y las muertes en un 80%".

Pero ni con esas. El lunes empieza la campaña de vacunación de este año y de nuevo el departamento dirigido por Jesús Vázquez Almuíña se topará con la reticencia de muchos a protegerse, a pesar de que la inyección se suministra en los colectivos de riesgo de forma gratuita. Algunos incluso la rechazan después de que su médico de cabecera o su enfermera se la hayan recomendado expresamente. Por primera vez la Xunta ha cuantificado esos casos y los eleva en la temporada pasada a casi 33.000.

En concreto, según publica el Sergas, el aplicativo en el que se registran las vacunas antigripales permite desde hace un año registrar las renuncias de aquellos a los que se les recomienda la vacuna por su pertenencia a los grupos que la tienen indicada, bien en persona o bien por teléfono, y ya sea por su médico o personal de enfermería. Y lo que ese aplicativo refleja es que 32.783 personas desoyeron el consejo y renunciaron a la vacunación antigripal. De ellas, 30.431 eran mayores de 64 años, el 90%.

Los datos indican que son Pontevedra y A Coruña donde más rechazos se registran, el 42,7 y el 36%, respectivamente. Los estudios muestran que los principales motivos para no vacunarse son no considerar probable contraer la gripe, no percibirla como riesgo y el miedo a los efectos secundarios de la vacuna. Por ello el Sergas cree "importante" que el personal sanitario sepa responder "adecuadamente" a estos tres motivos para alcanzar una mayor cobertura.