Además de salvar unas 4.000 vidas cada año en España, los programas de cribado de cáncer colorrectal suponen un importante ahorro económico. El análisis de sangre oculta en heces es un test sencillo capaz de detectar las lesiones premalignas o el cáncer de colon en sus fases iniciales. Este test tiene un precio de apenas 2 euros, y sólo si el resultado es positivo es necesario realizar al paciente una colonoscopia confirmatoria, que cuesta unos 180 euros.

El coste medio del tratamiento de un cáncer colorrectal en España supera los 27.000 euros, mucho más si se contabilizan las nuevas terapias biológicas y los tratamientos neoadyuvantes y quirúrgicos para la enfermedad metastásica. Dar cobertura a toda la población de entre 50 y 69 años supone un desembolso aproximado de 65 millones, lo que equivaldría, tan solo, a un 6% del total gastado, actualmente, en el abordaje de la enfermedad (unos 1.000 millones de euros anuales).

El cáncer colorrectal es el tumor maligno de mayor incidencia en España, con cifras entre 28.500 y 33.800 nuevos casos cada año, en ambos sexos. Se calcula que uno de cada 20 hombres y una de cada 30 mujeres sufrirán esa enfermedad antes de cumplir los 74 años. De hecho, cerca de 15.000 personas mueren cada año a causa de este tumor, aunque la buena noticia es que la supervivencia a los cinco años se sitúa, en este momento, dentro de la media de los países europeos, 49,5% para cáncer de colon y 43% para cáncer de recto.

El principal factor de riesgo para el desarrollo es la edad: más del 90% de los casos son diagnosticados a personas mayores de 50 años, y entre el 20% y el 30% de los cánceres colorrectales se dan en familiares de primer grado de un enfermo. Debido a que entre el 70% y el 75% afectan a ciudadanos sin ningún riesgo médico, se considera población de riesgo medio a los ciudadanos de más de 50 años sin antecedentes familiares ni enfermedades predisponentes.

Y es aquí donde cobra relevancia el diagnóstico precoz a través de los programas de cribado, cuyo objetivo es la detección y extirpación de pólipos precancerosos para prevenir el desarrollo de tumores malignos y/o su detección en estadios precoces. Así, no solo se puede diagnosticar el cáncer de colon de manera precoz y tratarlo en sus estadios iniciales, donde la supervivencia es mucho más elevada, sino que incluso se puede evitar la aparición misma de la enfermedad.

La evidencia científica ha demostrado que la detección precoz disminuye la mortalidad a corto plazo entre un 30% y un 35%, lo que equivaldría en España a salvar unas 4.000 vidas cada año.