La utilización de los medicamentos biosimilares, aquellos equivalentes a un fármaco biológico original, podría generar un ahorro para el sistema sanitario de 1.965 millones de euros entre 2017 y 2020. Un 46% de ese ahorro habría que atribuirlo a la introducción de los anticuerpos monoclonales biosimilares que se utilizarán para tratar algunos tipos de cáncer, según las estimaciones recogidas en el Libro Blanco de los medicamentos biosimilares en España. Innovación y sostenibilidad. Durante la presentación, el director general de Sanidad, Javier Castrodeza, aseguró que los biosimilares tienen "un futuro muy prometedor", aunque precisó que "hay que debatir sobre el marco de regulación, el grado de inmunogenicidad y la intercambiabilidad".

El Libro Blanco, publicado por la Fundación Gaspar Casal con el apoyo de la farmacéutica Sandoz, recoge un modelo de estimación sobre la contribución presente y futura de estos fármacos a la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS). Un análisis retrospectivo cifra en 478 millones de euros el ahorro por el uso de biosimilares en el periodo 2009-2016, una parte "muy importante" del mismo se debe a la introducción de la insulina biosimilar y de infliximab (primer anticuerpo monoclonal biosimilar), aseguró Álvaro Hidalgo, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha y uno de los autores del libro. Asimismo, los expertos estiman en 2.433 millones de euros el ahorro para el periodo 2009-2020, lo que supone un 1,5 % del gasto farmacéutico total durante esos años.

En todos estos análisis, el ahorro proviene de dos vías: un 78% se produce por la bajada de precios de los fármacos originales que provoca la llegada de los biosimilares y el 22% restante es consecuencia de la venta del biosimilar.