Aunque por su "elevadísima transmisibilidad no es nada fácil eliminar el sarampión de un territorio", explican desde la Consellería de Sanidade, hace unos meses, en octubre del año pasado, la región europea de la Organización Mundial de la Salud declaraba su eliminación en España dado que durante 2014, 2015 y 2016 no se produjo ninguna transmisión endémica de la enfermedad. Sin embargo, en el vecino Portugal se ha lanzado la voz de alerta por el elevado número de casos. Un total de 145 declarados, según recoge el Sergas en una edición adelantada de su Venres Epidemiolóxico en la que insta a sus profesionales sanitarios a vacunarse contra la enfermedad si aún no están protegidos. Con dos objetivos: por una parte intentar disminuir el número de afectados entre el personal sanitario y, por otra, hacer lo propio con la transmisión del virus en general.

Aunque la Consellería de Sanidade enfatiza que "no se espera ningún caso endémico de sarampión", no descarta que pueda darse "un caso importado". "De eso no estamos libres", admiten. Y lo más cercano ahora es Portugal. Así, en el boletín que acaba difundir en su web, Sanidade recuerda que, a pesar de que el de Portugal no es el único brote que se está desarrollando en Europa ni en el resto de España, "la proximidad, la intensa relación interpersonal y la magnitud del brote parece que supone un mayor riesgo de que en Galicia pueda ocurrir algún caso de sarampión derivado de este brote".

De entrada, el Sergas pone su foco en los sanitarios, para "recordarles", dice, lo que considera una "norma básica y de siempre" de vacunación, que se "recomienda" desde hace años. ¿Y por qué? Porque en un primer informe sobre el brote en Portugal suponían hasta el 78% de los casos confirmados. "Consideramos que el riesgo de adquisición podría ser más alto en el personal sanitario comparado con el de la población general porque los casos de sarampión acuden a los servicios de salud a consultar por la enfermedad", explica Sanidade.

De hecho, el riesgo de adquisición de la enfermedad por trabajadores "susceptibles de los centros sanitarios es hasta 13 veces mayor que en la población general", sostiene Sanidade, que en otro informe añade que "está documentado su papel en la transmisión de brotes" en España en los últimos años. Por eso en el aviso se incide en lo "fundamental" que es tener a los trabajadores sanitarios inmunizados. En el punto de mira están quienes nacieron después de 1967 y no recibieron dos dosis de la triple vírica separadas al menos cuatro semanas, ni pasaron la enfermedad. El Sergas ve difícil calcular con precisión cuántas personas cumplen estas condiciones, pero insisten en que desde 1995 "no hubo" en la comunidad "una incidencia de sarampión mínimamente relevante".

Además de instar a los sanitarios vacunarse, el nuevo boletín del Sergas les pide "estar atentos" a "cualquier enfermo que se presente en la consulta" con un cuadro clínico sospechoso.

Sanidade incide en que la cobertura de la vacuna triple vírica (sarampión, rubeola y parotiditis) en la comunidad es "muy alta y existe poco riesgo de que exista un brote en Galicia, aunque eso no nos libra de los casos que nos puedan venir importados de otros países", reitera. En concreto, las tasas llegan al 97,8% en primovacunación y al 92,3% en el refuerzo de los tres años, cifras que, apunta el Servizo Galego de Saúde, "nos pueden dar mucha tranquilidad".

Con todo, este mismo mes Sanidade anunciaba que las vacunas triple vírica y de la varicela se pondrían juntas en un solo pinchazo a los 3 años y confiaba en lograr así una "mayor adherencia al programa", dado que más de un 5% de niños no tienen completada "correctamente" su inmunización frente al sarampión, la rubeola y la parotiditis.