Los escritores Klas Östergren, Kjell Espmark y Peter Englund anunciaron ayer que abandonan la Academia sueca en protesta por las divisiones surgidas en la institución que otorga el Nobel de literatura, desde la ola mundial de denuncias de acoso sexual que también la salpican. La ola de denuncias generalizadas detrás del #metoo permitieron en noviembre revelar las estrechas relaciones entre la Academia y "una personalidad del mundo de la cultura" acusada de violaciones y agresiones sexuales por académicas, esposas de académicos, sus hijas y otras mujeres.

El periódico Dagens Nyheter había publicado los testimonios de 18 mujeres que afirmaron haber sufrido violencia o acosos de ese hombre de origen francés casado con una académica, la poetiza y dramaturga Katarina Frostenson.

La academia rompió entonces puentes con el francés y puso fin a las subvenciones al lugar de exposiciones que dirige en Estocolmo, frecuentado por las élites culturales. Inició además una investigación interna y contrató un bufete de abogados. Las conclusiones no se conocen.

Según Peter Englund, uno de los tres académicos que renunció, el caso dividió profundamente el núcleo de la literatura y de la poesía del país escandinavo, cuyos archivos guardan los secretos del Nobel desde sus orígenes. "Con el tiempo, apareció una fisura y no deja de crecer", explicó en un correo al periódico Aftonbladet. Según él la secretaria Sara Danius, que le sucedió en 2015, es objeto de críticas internas "injustificadas". Otro académico, Anders Olsson, indicó que las dimisiones se producen después de que una votación con una mayoría de académicos renovó la confianza a Katarina Frostenson.

"Es con mucha pena que después de 36 años de trabajo en la Academia, de los cuales 17 como presidente del comité Nobel, me veo obligado a tomar esta decisión", declaró Kjell Espmark en una carta. "Desde el momento en que los eminentes miembros de la Academia favorecen la amistad antes que la responsabilidad y la integridad, ya no puedo participar en sus trabajos", agregó.