Telecinco le ha cogido gusto a eso de buscar cantantes, magos y bailarines entre el público. Con Got Talent recién terminado y La Voz Kids funcionando a pleno rendimiento los lunes por la noche, la cadena ha decidido luchar con fuerza contra la originalidad resucitando Factor X. El anuncio de su vuelta en plena fiebre por Operación Triunfo no sorprendió a nadie y fue entendido como una reacción alérgica al éxito de TVE.

El programa, que ha dado estrellas internacionales en medio mundo y no tuvo suerte en nuestro país, se estrenó ayer en prime time cargado de novedades, diez años después de su final. Telecinco ha apostado por una renovación total del formato y ha puesto la carne en el asador con Risto Mejide, Laura Pausini, Xavi Martínez y Fernando Montesinos en el jurado. Como ya le funcionó otras veces, el programa tendrá doble ración en su semana de estreno. Mañana veremos más castings antes de que el programa arranque de verdad y podamos comprobar si Jesús Vázquez sigue en racha.

En la otra cara de la moneda se encuentra Maestros de la costura. El programa dijo adiós ayer como una de las revelaciones de la temporada pese a que las audiencias no fueron tan bien como se esperaba. Eduardo, Antonio, Alicia y Luisa se enfrentaron en una final muy reñida antes de que el taller de costura vuelva a convertirse en las cocinas de Masterchef.

En la despedida del programa, fue imposible no empezar a echar de menos a Lorenzo Caprile. El modisto, ya convertido en toda una estrella televisiva, llevó sobre sus hombros la mitad del concurso con María Escoté y Palomo Spain como mera comparsa. Entre los concursantes, la destreza de Antonio, Luisa y Alicia no impidió que Eduardo brillase haciendo televisión y que Mahi se ganase, semana a semana, un hueco en los corazones de los espectadores. Fue, sin duda, el programa de Lorenzo Caprile y la edición de Mahi y sus pelucas de colores.

Una de las noticias felices de la semana pasada fue el final de Cámbiame. El programa de Telecinco llevaba meses en caída libre tras unos cambios y polémicas que la audiencia no compró desde el primer momento. El viernes fue el momento de las lágrimas y las despedidas con dos ausencias muy destacadas, la de su primera presentadora, Marta Torné, y la de la estilista Natalia Ferviú. Esta última, víctima directa de ese cambio de formato hacia un Sálvame de estilistas que por suerte no cuajó. Tampoco ayudó mucho que le diesen el programa a la presentadora Carlota Corredera en su momento de máxima exposición cansina. Pese a todo, el estilista Pelayo Díaz quiso dejar un mensaje entre lágrimas y mirando a cámara: "Cuando te digan que no puedes conseguir algo, acuérdate de Cámbiame". Espero que no.