El sábado arrancaban en Galicia las oposiciones a educación con 2.050 plazas en juego en una de las ofertas menos reñidas (ocho aspirantes de media por plaza) de los últimos años. Según la Xunta, si se exceptúan los aspirantes a una de las 105 vacantes de catedrático que también se incluyeron en la convocatoria, un total de 16.611 personas completaron el proceso para disputar una plaza. No todo el mundo amortizó, al menos con el intento, los derechos de examen que tuvo que abonar al matricularse, en función del cuerpo y si no tenían algún tipo de exención, que en Galicia ascienden a 35,78 y 41,56 euros. Uno de cada diez inscritos no se presentó al examen, según datos de la Consellería de Educación.

Según CSIF, unos 300.000 candidatos se disputaban unas 23.500 plazas. Los que más respondieron en Galicia fueron los maestros: se presentó el 93% de inscritos (7.322 de 7.900), mientras que lo hizo un 77% (902 de 1.162) de los candidatos a ser profesor en FP y un 86% (6.432 de 7.484) de profesores de Secundaria.