Rita Gradaílle es, junto a Laura Varela, la responsable del estudio sobre conciliación que se acaba de publicar en la Revista de Ciencias Sociales. Esta profesora en Pedagogía y Didáctica de la Universidad de Santiago (USC) defiende una reorganización de los horarios laborales y también de los servicios públicos.

-¿Facilitan las empresas la conciliación del trabajo con la familia?

-Se han dado pasos hacia una conciliación más real, pero son todavía pocos e insuficientes.

-¿Deben legislar las administraciones públicas para facilitar esta conciliación?

-Se requiere un marco normativo-legislativo que garantice la conciliación, pero también que las leyes se concreten, pasando de las palabras a los hechos. Con frecuencia el problema no es tanto la legislación como su aplicación efectiva.

-¿Hay que cambiar los horarios laborales?

-Debemos repensar los horarios de trabajo, y en su conjunto, los tiempos sociales, no solo en relación a la duración de la jornada laboral sino también a los periodos de actividad y descanso : calendario laboral, periodos vacacionales, apertura y cierre de establecimientos comerciales.

-¿Habría que adaptar también los horarios de comercios, transporte...?

-Hay una desincronización que repercute en el disfrute de tiempos compartidos. El horario de entrada al trabajo es a las 8.00 y el del colegio es a las 9.00, lo que obliga a acompañar al niño durante ese tiempo o llevarle a un programa de madrugadores en el colegio. Lo mismo pasa con el horario de salida, ya que muchos adultos finalizan su jornada laboral a las 15.00 horas y sus hijos salen a las 14.00, lo que provoca que muchos niños tienen que quedarse en el comedor o coman solos.

-En el estudio piden más implicación de los ayuntamientos, ¿en qué sentido?

-Pueden diseñarse medidas en los centros cívicos, sociales o socioculturales de barrio. Se requiere voluntad política.