Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicaron un informe en el que alertan de que tres de cada cinco niños (78 millones en todo el mundo) no toman leche materna en su primera hora de vida, lo cual aumenta el riesgo de que mueran o contraigan una enfermedad y, a su vez, disminuye las posibilidades de que sigan tomando leche materna después.

Y es que, tal y como aseguraron ambas organizaciones, un retraso de tan solo unas horas después del nacimiento podría poner en peligro la vida del bebé.

Además, recordaron que el contacto piel con piel y la succión del pecho favorecen la producción de leche materna y de calostro, llamado también la primera vacuna del bebé por su alto contenido en nutrientes y anticuerpos.