La plataforma audiovisual Netflix incorporó ayer a su catálogo de contenidos la serie Fariña, producida por Atresmedia en colaboración con la gallega Bambú Producciones y que narra la historia del narcotráfico en Galicia en los años 80 y 90.

Tras cosechar grandes resultados de audiencia durante su emisión en Antena 3, la serie inspirada en el libro homónimo del periodista coruñés Nacho Carretero llega a Netflix una vez archivada la demanda presentada por el exalcalde de O Grove, Alfredo Bea Gondar, y que motivó el secuestro de la publicación durante varios meses.

Fariña cuenta la historia del narcotráfico en las Rías Baixas desde los años 80, cuando los contrabandistas de tabaco comienzan a organizar descargas de droga en la costa gallega.

Rodada en Galicia y estrenada en televisión a finales del pasado mes de febrero, la trama pivota en torno a la trayectoria de Sito Miñanco (al que da vida el actor coruñés Javier Rey), Manuel Charlín (interpretado por Antonio Durán Morris), Laureano Oubiña (Carlos Blanco) o Vicente Otero Terito (Manuel Lourenzo). La ficción parte a comienzos de los años 80 cuando los protagonistas formaban una especie de cooperativa para el contrabando de tabaco en las rías baixas. Con una estructura en la que cada año estaba representado en un capítulo, la ficción recorre esa época en la que los contrabandistas pasan a narcotraficar con droga: las dudas iniciales, cómo aprovecharon la infraestructura del contrabando para traer droga, los problemas de la policía para poder detenerlos o el movimiento de madres con hijos drogadictos que se levantaron en contra de los narcotraficantes.

La primera temporada de esta serie, rodada en la comunidad gallega y con gran parte de los actores nacidos en Galicia, finalizó con el juicio de la Operación Nécora, que condenó a varios de los narcotraficantes tras una detención masiva, en la que no se pudo localizar a Sito Miñanco. Desde la productora no han informado todavía si gracias al éxito de audiencia habrá nuevos capítulos de esta ficción aunque algunos actores no han descartado participar si hubiese segunda temporada.

No es la primera vez que Netflix exporta una serie española al resto del mundo. Ocurrió hace semanas con La casa de papel, que logró un gran éxito fuera del país tras su emisión en esta plataforma.