La fachada de Praterías, que preside la plaza del mismo nombre, donde está la conocida fuentes de los caballos, es la única fachada romántica que queda en la Catedral de Santiago. Desde la seo destacan que se mantiene su arquitectura original "sin apenas transformaciones", a excepción, señalan, de la incorporación de relieves procedentes de otras partes de la basílica. Su historia incluye incendios y ahora es utilizada como acceso al templo.