Un 92,3% de los alumnos con necesidades educativas especiales de la comunidad gallega estudia en un colegio convencional, lo que sitúa a Galicia como la comunidad con mayor tasa de integración de este colectivo en el sistema educativo ordinario. Solo en Navarra se supera también la barrera del 90% de estudiantes con algún tipo de discapacidad o trastornos graves de conducta o del desarrollo que estudian en centros ordinarios, según los últimos datos publicados del Ministerio de Educación, correspondientes al curso 2016-2017.

Bajo la denominación de alumnos con necesidades educativas especiales se engloba a aquellos estudiantes con algún tipo de discapacidad (auditiva, motora, visual o intelectual) y a quienes tienen algún trastorno generalizado del desarrollo o padecen trastornos graves de conducta o personalidad. La mayoría de ellos estudia en centros convencionales junto a alumnos sin este tipo de necesidades, pero no en todas las comunidades la integración avanza al mismo ritmo.

Si Galicia está a la cabeza, en el furgón de cola se encuentran Cataluña y Extremadura, donde solo el 74,1% del alumnado con estas características cursa sus estudios en un colegio convencional, es decir, una cuarta parte está matriculado en centros de educación especial.

La inclusión eso sí varía en función de las características de cada estudiante. En el caso de Galicia, al igual que ocurre en el conjunto de España, el alumnado con mayor tasa de integración en un centro convencional es el formado por quienes tienen un trastorno grave de conducta o personalidad: el 98,4% de los gallegos en estas situación va a un colegio ordinario. Una tasa que sitúa a Galicia como la cuarta comunidad con mayor integración. Misma posición que ocupa si se analiza el grupo de estudiantes con trastornos generalizados del desarrollo ya que el 84,2% estudia en un colegio convencional. En este grupo se producen grandes diferencias por autonomías: del 89,7% de alumnado integrado en Murcia a solo el 36,3% en Cataluña.

Galicia destaca a la hora de integrar a los alumnos con discapacidad intelectual. Solo un 12% se forma en un centro de educación especial, el tercer porcentaje más bajo de todo el país. Por su parte, aunque la tasa de integración es superior al hablar de alumnos con discapacidad auditiva (96%), motora (97,2%) o visual (97,6%), Galicia baja posiciones hasta la mitad de la tabla ya que el porcentaje de quienes estudia en colegios ordinarios es superior en otras autonomías.

Son en total 14.667 los alumnos gallegos con algún tipo de discapacidad o necesidades educativas especiales integrados en el sistema ordinario de educación y la mayoría -siete de cada diez- opta por matricularse en un colegio de titularidad pública. Pontevedra es la provincia con mayor número de estudiantes de este tipo en sus aulas (6.693), seguida de A Coruña (5.682), Ourense (1.278) y Lugo (1.014). En el caso de la provincia coruñesa, el mayor grueso de este alumnado lo conforman quienes tienen trastorno grave de conducta (2.957), seguido de alumnos con discapacidad intelectual (1.218)y quienes tienen trastornos del desarrollo (700), según los últimos datos del Ministerio de Educación.