El actor gallego Javier Gutiérrez, inmerso en el rodaje de la segunda temporada de la serie de ficción de La 1 Estoy vivo, paró a las 11.30 horas ayer -agradece el respaldo del equipo- para seguir el anuncio de la Academia de Cine sobre la cinta que representará a España en la lucha por los premios Oscars. Lo que siguió fue celebración y entrevistas. El protagonista de Campeones, sin embargo, habla con aplomo, despacio y construye frases perfectas.

-¿Cómo lo ha recibido?

-Fue una gran sorpresa. Competía con Handia, de Aitor Arregi, que había ganado diez premios Goya y con Todos lo saben que, aunque no se ha estrenado aún, inauguró el Festival de Cannes y está dirigida por el iraní Asghar Farhadi, que tiene dos Oscars y un plantel de actores con Penélope Cruz, Javier Bardem, Darín... Era la gran favorita.

-¿Qué cree que han valorado los académicos?

-Creo que el gran valor de Campeones va más allá de lo cinematográfico. Se ha convertido en todo un fenómeno social de un grandísimo valor educacional y que ha conquistado no solo a la taquilla sino el corazón de los espectadores y los académicos.

-Es díficil mantener esas dos velas encendidas: crítica y audiencia. ¿En dónde reside la fórmula mágica de Campeones ?

-En la autenticidad de la propuesta, en el riesgo del proyecto y en este mundo de cine en el que impera más el resultado en taquilla y no tanto los proyectos que surgen de algo verdadero, tiene doble mérito. No sé si habría muchos productores o cadenas dispuestos a apostar por una película como Campeones. Ha costado mucho levantarla y ha estado en manos de un director de los grandes, como Javier Fesser.

-A nivel interpretativo, ¿cómo ha sido trabajar con un grupo de actores debutantes, con discapacidad intelectual?

-Ha sido por un lado muy sencillo, porque estaban dispuestos absolutamente a todo: entregados en cuerpo y alma. Y por otro, complicado porque ellos tienen una honestidad, una frescura y una verdad que no se estudia en la Escuela. Los actores profesionales nos tuvimos que poner las pilas para estar a su nivel, porque ellos han sido los auténticos protagonistas.

-¿Ve probabilidades de clasificarse finalmente a los Oscars?

-Yo lo veo ya como un triunfo. No sabíamos qué iba a pasar con la película y por el momento se ha convertido en la más taquillera del año. Ha trascendido a todos los niveles y ahora llega esto: será la candidata de España en la carrera por el Óscar. ¡Es lo mejor que nos podía pasar! Llegar a los Oscars es como iniciar una campaña electoral: hay que convencer a los académicos... aunque esta película puede ser muy de su gusto. Queda todo un trabajo por hacer, pero espero que tanto la distribuidora como la productora, que puedan estar en esta lucha, nos echen un cable para que tenga la mayor difusión posible.

- Y si llega ese momento, ¿llevará a su hijo, con una discapacidad, a la gala?

-No. Respeto mucho su descanso. Hemos disfrutado de la película dos veces y nos hemos emocionado mucho con su respuesta. Más allá de participar en un proyecto que me toca muy cerca y de que el mundo de la discapacidad haya tenido tanta visibilidad, para mí es un doble triunfo personal. En ese sentido, o que tengamos que disfrutar lo haremos en la intimidad. Y espero que quede mucho que celebrar con Campeones.

-Recibe la noticia y sigue trabajando al minuto siguiente.

-Hay que trabajar. Me dedico al oficio de la representación con mucha pasión y entrega.