El papa Francisco convocó para febrero de 2019 a una reunión en el Vaticano a los presidentes de Conferencias episcopales de todo el mundo para tratar el tema de "la protección de los menores", anunció este miércoles la Santa Sede.

La reunión tendrá lugar entre el 21 y 24 de febrero de 2019, según un comunicado del C-9, el Consejo de cardenales que ayuda al papa Francisco en el gobierno de la Iglesia y en la reforma de la Curia y cuya última reunión concluyó ayer tras tres días. En la última sesión no estuvieron presentes los cardenales Francisco Javier Errázuriz Ossa, arzobispo emérito de Santiago y muy cuestionado en Chile por los escándalos de abusos a menores, ocultados por la Iglesia de ese país; George Pell, que afronta en Australia un juicio relacionado con abusos sexuales; ni Laurent Monsengwo Pasinya.

El lunes, en una declaración inhabitual, el C-9 mencionó una reflexión sobre la estructura y composición del Consejo creado por Francisco poco después de su elección, en 2013, señalando "la edad avanzada de algunos de sus miembros". Una portavoz de la Santa Sede, que presentó ayer los resultados de la reunión del C-9, no señaló ningún cambio inmediato en la integración de este Consejo. Pero todas las miradas se centran en el chileno Errázuriz, de 85 años, acusado de haber hecho oídos sordos ante las víctimas de la pedofilia por parte de sacerdotes en su país, y en el australiano Pell, de 77 años, quien enfrenta cargos judiciales por agresiones sexuales contra niños en su país.

Recientemente, el Papa aceptó la renuncia de monseñor Juan José Pineda, obispo auxiliar de Tegucigalpa, capital de Honduras, cuyo nombre aparece implicado en diversos asuntos de índole sexual. Monseñor Pineda era considerado la mano derecha del cardenal hondureño Óscar Maradiaga, quien está al frente del C-9.

Por ahora, todos los miembros actuales del Consejo tienen "agendada" la fecha de la próxima reunión, prevista para el 10 y 12 de diciembre, dijo la portavoz del Vaticano, Paloma Ovejero.

Desde hace meses, el papa Francisco se enfrenta a una crisis sin precedentes por las continuas revelaciones de escándalos de abusos sexuales, en varios países, en particular Australia, Chile y Estados Unidos. Un exembajador de la Santa Sede, monseñor Carlo María Vigano, llegó a pedir la dimisión del Papa en agosto, tras acusar a Francisco de haber protegido durante cinco años al cardenal estadounidense Theodore McCarrick, sospechoso de agresiones sexuales a seminaristas y clérigos.

El Papa tiene previsto recibir hoy a los principales miembros de la Conferencia episcopal estadounidense: su presidente, el cardenal Daniel DiNardo, su vicepresidente, monseñor José Horacio Gómez y su secretario general, monseñor Brian Bransfield. Estará presente igualmente el arzobispo de Boston, Sean O'Malley, presidente de la Comisión pontifical para la protección de menores. La comisión de O'Malley ya había advertido el domingo que la lucha contra los abusos a menores debía ser la "prioridad" de la Iglesia católica. Además, el Vaticano aseguró el lunes que publicará unas "aclaraciones" sobre los virulentos ataques de Vigano contra el papa Francisco, pero la portavoz de la Santa Sede no quiso dar detalles sobre una fecha.

Escándalo en Alemania

La Conferencia episcopal alemana reconoció ayer que se sentía "consternada y avergonzada" tras la filtración de un estudio que revela un total de 3.677 casos de abusos sexuales a manos de 1.670 religiosos entre 1946 y 2014. La edición digital del semanario Der Spiegel remitió a la documentación recabada por expertos de las Universidades de Mannheim, Heidelberg y Giessen y que subraya que este tipo de situaciones son un "problema masivo" en el seno de la Iglesia católica.