En la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA) trabajan cerca de 450 científicos y tecnólogos de una veintena de países, una veintena de ellos europeos. España colabora con un grupo de alrededor de 45 astrofísicos e ingenieros, entre los que figura el equipo coruñés. "Nuestro grupo de investigación supo sacar ventaja de su carácter multidisciplinar, que es fundamental en una misión como Gaia, con una componente importante tanto de astrofísica como de tecnologías de la Información y la Comunicaciones", apunta Minia Manteiga.

Los investigadores coruñeses tienen amplia experiencia en la aplicación de técnicas de computación avanzadas basadas en Inteligencia Artificial, tanto para el análisis de problemas complejos como al tratamiento de la información en bases de datos extensas y heterogéneas. Técnicas que están siendo muy útiles en otros campos -más allá de la astrofísica- como, por ejemplo, la ciberseguridad.

El equipo coruñés trabaja en las unidades de coordinación 8 y 9 de Gaia. El objetivo principal de la unidad 9, la más reciente, es la creación de técnicas y herramientas para la explotación de los datos del satélite y la divulgación de los resultados de la misión. Desde 2006, dedican sus esfuerzos a diseñar y desarrollar técnicas automatizadas que permitan la clasificación de todas las fuentes que observa el satélite -no solo estrellas de la Vía Láctea, sino también objetos extragalácticos como otras galaxias y cuásares- y obtener sus principales características o propiedades físicas (como la temperatura y la gravedad). Esta información se incluirá en el archivo de Gaia a partir de su tercera versión.

"Nuestro trabajo consiste, básicamente, en tratar de identificar, mediante técnicas de Inteligencia Artificial, los objetos observados por Gaia que no han podido ser clasificados por nuestros compañeros. Todo lo que ellos no hayan podido catalogar, nos lo harán llegar a nosotros en esta tercera fase de la misión", explica Manteiga. "Es un trabajo laborioso, que requiere de enorme paciencia, pero al mismo tiempo es muy excitante, por el gran reto que supone", subraya la astrofísica de la Universidade da Coruña (UDC).