La escritora Almudena Grandes fue galardonada ayer con el Premio Nacional de Narrativa 2018, por su obra Los pacientes del doctor García, otorgado por el Ministerio de Cultura y dotado con 20.000 euros. La autora quiere compartir el galardón con sus lectores —"es un premio colectivo", defendió— y reivindicó que recaiga en una mujer. "Ya tenía que cambiar la cosa, se está normalizando el tema y cada vez hay más escritoras premiadas. Durante muchos años las premiadas eran tan indiscutibles que no darles el premio era ir en contra del jurado", concluyó, en alusión a escritoras como Ana María Matute o Carmen Martín Gaite.

El Ministerio explicó ayer que el jurado ha elegido esta obra de Grandes por "ser la cuarta entrega de un ambicioso proyecto narrativo que lleva por título Episodios de una guerra interminable". En su novela, que se centra en la historia de la posguerra española, con aportaciones a las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, "ha conseguido un difícil y preciso equilibrio entre lo imaginado y la lealtad a la verdad histórica".

Licenciada en Geografía e Historia en la Universidad Complutense de Madrid, Grandes ha trabajado durante varios años en el mundo editorial, en el que ha desarrollado diversas tareas, principalmente la redacción de textos por encargo.

Su primera novela, Las edades de Lulú (1989), ganó el XI Premio La Sonrisa Vertical y fue adaptada al cine por el director catalán Bigas Luna. Siguieron Te llamaré Viernes (1991) y Malena es un nombre de tango (1994) que también fue llevada al cine. Castillos de cartón (2004), El corazón helado (2007) y (2015) son otras de las obras de esta autora que en 2010 comenzó la serie Episodios de una guerra interminable con Inés y la alegría (2010), El lector de Julio Verne (2012); Las tres bodas de Manolita (2014) y Los pacientes del doctor García (2017).

Tras conocer su premio por una obra sobre la postguerra, Grandes aseguró ayer que está de acuerdo con exhumar a Francisco Franco del Valle de los Caídos para "acabar con esto". "Y si esto se hubiera hecho hace 40 años, habría sido mejor, desde luego. Pero que quienes dicen eso son los que hace 40 años no dejaron que pasara, también desde luego", ironizó. La escritora se ha referido a España como "la única democracia que proviene de un estado totalitario y no se asienta sobre su reivindicación de tradición antitotalitaria".