Cuando hablamos de hematomas nos referimos a la aparición de una zona más o menos amplia de decoloración de la piel que se presenta cuando se rompen pequeños vasos sanguíneos y su contenido se filtra dentro del tejido blando que se encuentra debajo de la piel. Existen tres tipos diferenciados de hematomas: subcutáneo (el más típico y que se produce debajo de la piel), intramuscular (en el interior de la parte protuberante del músculo subyacente a su zona de presentación) y perióstico (en el hueso, siendo el más grave y doloroso de los descritos).

Suelen ser causados por un golpe en una zona del cuerpo debido al cual se produce la rotura de capilares y consecuente extravasación. También pueden producirse por ciertos tratamientos o pruebas médicas como la liposucción o la simple extracción de sangre para realizar un análisis clínico rutinario.

Su duración es oscilante. Normalmente dura unos días, pero no es raro que se mantenga incluso durante meses.

Su tratamiento es sencillo. Puede aplicarse hielo inmediatamente haciendo círculos en la zona a tratar durante unos minutos y repetir al cabo de una hora. También se pueden utilizar compresas de agua tibia cuando hayan pasado 24 horas. Existen, además, numerosas pomadas con productos químicos que lo reducen como la heparina y que deben ser pautadas por el médico. Existen productos naturales como el aloe vera o la árnica que también se consideran útiles para su tratamiento.

De entre todas estas opciones y si eres de los que con cada golpe sufre la aparición de un cardenal, puede ser interesante que tengas a mano árnica para utilizarla cuando sea necesario. La encontrarás en tu farmacia habitual y te ayudará a aliviar varios de los problemas. Consulta a tu médico y/o farmacéutico y verás qué bien te va si la utilizas correctamente.

La árnica montana pertenece a las asteráceas y es una planta con flores amarillas o anaranjadas que crece en las montañas europeas y se encuentra protegida para evitar su extinción, ya que no tolera las malas condiciones ambientales y está reduciéndose su número en todo el planeta debido a la contaminación ambiental y al expolio abusivo.

Se ha utilizado desde tiempos antiguos para tratar golpes preparando un ungüento con aceite de oliva y la mezcla de varias plantas entre las que destacaba la árnica. También se fumaba para aliviar problemas respiratorios como la bronquitis. Actualmente se utiliza el aceite esencial comercializado, aplicado directamente en la zona a tratar para aliviar el dolor de golpes y torceduras y evitar la formación de hematomas.

En su composición destacaríamos: alcaloides (arnicina), carotenos (zeaxantina), taninos, compuestos derivados del timol y mucílagos (en la raíz), alcoholes, ácidos (caféico), etc... Contiene sustancias tóxicas como helenina y cineol, que no deben ser ingeridas porque son nocivas.

Sus principios activos la hacen interesante para tratar esguinces, torceduras, golpes, hematomas, tras una cirugía, dolores reumáticos, artritis, artrosis, llagas de la boca, faringitis, etc... Así:

-Los compuestos derivados del timol actúan como fungicidas y conservantes.

-Los alcaloides para la inflamación y los hematomas.

-Los ácidos son analgésicos y antibacterianos.

Las formas de administración más frecuentes son: crema, gel, stick, tintura, etc... Su facilidad de aplicación la ha convertido en un elemento habitual en el tratamiento de las frecuentes contusiones que padecen los niños, pero sería recomendable consultar al pediatra antes de aplicarlo. También se puede consumir por vía oral como remedio homeopático a la venta en farmacias especializadas, pero nunca sin ser indicada por el médico, ya que resulta tóxica si se ingiere sin el debido control.

La intoxicación cursa con dolor de cabeza, diarreas, malestar abdominal, vómitos, eccemas, dermatitis, etc... llegando incluso a causar una parada cardiorespiratoria.

Nunca debe aplicarse en heridas abiertas o sangrantes porque puede provocar intoxicaciones. Cuidado con la tintura; debe estar muy diluida porque puede causar erupciones. No deben usarla los alérgicos a esta planta, embarazadas, lactantes ni personas con piel sensible. No puede ingerirse porque es tóxica, incluso en bajas cantidades, salvo en preparados homeopáticos (porque está muy diluida) y siempre bajo control médico.

Consulta a tu médico cualquier duda que se te plantee y no utilices ningún producto sin su autorización expresa. Considerar que es un producto natural no es suficiente para recomendar su utilización indiscriminada porque también ese tipo de compuestos presentan efectos secundarios que deben ser tenidos en cuenta.