La buena costura no tiene género, tiene sentido y sensibilidad, al menos es lo que se vio ayer en las colecciones de Pilar Dalbat y Carlota Barrera, diseñadoras que se empeñan en hacer prendas con carácter, sin fecha de caducidad y con apuntes sostenibles.

La maestría de Pilar Dalbat se vio reforzada por un lugar lleno de historia como es el Patio de Cristales de la Casa de la Villa, un "espacio joya con unas vidrieras maravillosas" en el que ha presentado una colección sencilla, que se aleja del barroquismo del edificio.

La diseñadora granadina, apuesta por prendas icónicas de la marca como capas, abrigos de paño con mucho patronaje, piezas "en las que se ven las costuras" para que se contemple a primera vista ese ejercicio de virtuosismo en el corte. Los tejidos metalizados aportan una visión futurista y el estampado se transforma en un arcoiris de color donde el negro es un punto de referencia, el eje, que aporta serenidad y sobriedad.

Aunque se trata de una propuesta ultrafemenina, Pilar Dalbat presentó varias prendas unisex sobre modelos masculinos. Moda depurada, sobria son sus señas de identidad, prendas sobre las que no necesita añadir aderezos.

Después, con el propósito de "ralentizar" el calendario de la moda y "reducir" las súper producciones, Carlota Barrera, de 26 años, uno de los diseñadores emergentes del panorama nacional, ha mostrado su segundo trabajo, centrado una vez más en vestir al hombre con un enfoque diferente.

Ahora, se muestra interesada en mostrar más la sensualidad que no la sexualidad del cuerpo masculino, Barrera juega con la dualidad del género femenino y masculino y propone doce prendas bellas, de impecables proporciones y siluetas sutiles.

Más allá de la apariencia estética, con esta propuesta establece un diálogo entre la costura y la moda rápida. Prendas sin fecha de caducidad, confeccionadas con tejidos buenos. Los colores tierra, los verdes desvaídos y el azul marino impregnan una colección que aúna artesanía y vanguardia. El amor por la artesanía de Carlota Barrera, le lleva a utilizar en esta colección prendas tricotadas a mano y detalles como cordones y cuerdas que le "recuerdan" el mar de su tierra, Gijón.

Estas dos interesantes colecciones, junto con las propuesta de la diseñadora Pilar del Campo y de la firma Shoop, pusieron el punto y final a la 69 edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.