La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a la comunidad internacional un esfuerzo final para acabar con la lacra de la tuberculosis, que a día de hoy sigue siendo la enfermedad infecciosa más letal del mundo: se cobra cada año las vidas de 4.500 personas, según recordó ayer esta entidad.

La OMS recuerda que, en los últimos 20 años, los esfuerzos globales para combatir una enfermedad "que se puede prevenir y se puede curar" han salvado 54 millones de vidas y reducido el índice de mortalidad al 42%. Por ello, con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis "el mensaje de este año es que 'es hora de acabar con esto", indicó el director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus. "Hay que encontrar todos los casos, tratar todos los casos y acabar con todos los casos", ha sentenciado.

Para acelerar todavía más la respuesta mundial, los jefes de Estado y de Gobierno mostraron en septiembre del año pasado, en el primer encuentro de alto nivel celebrado en Naciones Unidas sobre la tuberculosis, su "firme compromiso" para terminar con la enfermedad.