El exprofesor de los Maristas de Sants de Barcelona Joaquín Benítez reconoció ayer ante el juez que abusó sexualmente de dos de los cuatro alumnos por los que es juzgado y admitió que "no tenía miedo" porque se sentía "amparado por los Maristas", que ya le encubrieron en 1986. "Entonces no tenía miedo por este motivo: si yo hice una cosa en su día y como me siento amparado por los Maristas y era un acto condicionado, un impulso esporádico, bueno pues... (me dije) por qué no", sostuvo frente al tribunal de la sección 21 de la Audiencia de Barcelona.

Benítez, que sólo respondió a las preguntas de su abogado, aseguró que la escuela religiosa de los Maristas tuvo conocimiento de uno de sus "impulsos" en 1986 y, aunque la dirección lo amenazó con penalizarlo suspendiéndole el sueldo durante tres meses, "eso nunca ocurrió". El docente también reconoció haber engañado a dos alumnos con la excusa de realizarles unos masajes y comprobar su estado de salud física, para poder abusar sexualmente de ambos. Apuntó asimismo que uno de los profesores, que ya falleció, los sorprendió en el despacho poco después del abuso, cuando ambos ya estaban vestidos. Niega sin embargo haber abusado de otros dos adolescentes.

En el juicio también declararon una psicóloga y los forenses que redactaron el informe pericial de los abusos, que sostienen que el acusado no tiene un perfil psicópata ni pedófilo, sino "narcisista". El colegio niega que encubriese al profesor, pero los Mossos afirman que no colaboraron ante la primera denuncia.