La sensación de "boca seca" es frecuente y causada, normalmente, por la reducción de la secreción salival debido a la disminución funcional o patológica de la producción de saliva por las glándulas salivales. La saliva es imprescindible para mantener una boca saludable ya que humecta la cavidad oral, limpia e higieniza la zona, evita caries y enfermedades periodontales e inicia el proceso digestivo durante la masticación de los alimentos.

El proceso recibe varios nombres como hiposalivación, xerostomía o asialorrea y se define como la disminución del flujo salival en reposo. Puede ser objetiva o subjetiva y ha alcanzado cifras muy elevadas (afectando a una de cada cuatro personas), denominándose "la enfermedad del hombre moderno". Se presenta a cualquier edad aunque su frecuencia se incremente a medida que cumplimos años y en las mujeres por los cambios hormonales asociados al embarazo o a la menopausia. El consumo de antidepresivos y otros medicamentos así como bebidas alcohólicas y tabaco la incrementan en cualquier etapa de la vida.

La xerostomía puede producirse de manera transitoria (estados de ansiedad, infección aguda, efecto secundario de algunos medicamentos) o ser algo crónico (anomalías congénitas, enfermedades autoinmunes, alergias, diabetes, consumo de sustancias adictivas, fibromialgia, síndrome de Sjögren, alzhéimer, etc.) y genera una serie de síntomas incómodos que afectan a la calidad de vida del paciente. Podemos destacar: la dificultad de comer alimentos de textura seca, problemas en el habla y la deglución, reducción del gusto, alteración de la masticación, aparición de caries y gingivitis, destrucción dental, dolor en tejidos blandos y lengua, halitosis, caries, fisuras en las comisuras de los labios, saliva viscosa, aftas, sed constante, ardor y dolor en la lengua, etc. debidos a la escasa cantidad de saliva presente en nuestra cavidad oral.

Entre las causas, destacarían:

-Trastornos de las glándulas salivales como la sialoadenitis (tumefacción dolorosa de las glándulas afectadas), sialolitiasis (formación de cálculos en las glándulas).

-Deshidratación asociada, por ejemplo, a una diarrea intensa

-Mala respiración por taponamiento crónico de la nariz que provoca que respiremos por la boca.

-Consumo de medicamentos que generan xerostomía como los antidepresivos, antihipertensivos, ansiolíticos, antipsicóticos, antiacnéicos, antiepilépticos, relajantes musculares, analgésicos y antihistamínicos.

-Exceso de alcohol, cafeína y tabaco.

-Prótesis mal ajustadas.

-Síndrome de Sjögren.

-Trastornos como estrés, la ansiedad y la depresión. Puede ser una manifestación de una enfermedad psiquiátrica, de un caso de estrés postraumático o de su tratamiento.

Las medidas higiénicas que resultan más eficaces para el tratamiento de este problema son:

-Masticar chicles sin azúcar para estimular la secreción salival.

-Beber con frecuencia pequeños sorbitos de agua.

-Mantener una estricta limpieza dental y lingual. Se recomienda utilizar cepillos de cerdas suaves, dentífricos con fluoruros, hilo dental, limpiadores de la lengua y enjuagues bucales con clorhexidina o soluciones salinas y enjuagues con bicarbonato cálcico.

-Realizar visitas periódicas al dentista.

-Reducir el consumo de alcohol, tabaco y cafeína.

-Utilizar colutorios sin alcohol.

-Estimular las glándulas salivares utilizando las técnicas adecuadas para cada caso.

A nivel farmacológico se utilizan medicamentos como:

-La pilocarpina, que es un agente colinérgico potente y debe ser prescrita por especialista. No puede administrarse a pacientes con problemas cardíacos, asma, hipertiroidismo, etc., aunque, a pesar de estos efectos, se considera que es un fármaco seguro y bien tolerado.

-El clorato potásico. Un compuesto con acción antiséptica que debe dejarse disolver lentamente en la boca, puede dispensarse sin receta médica pero no debe utilizarse sin conocimiento del médico. Presentan efectos secundarios a dosis altas como náuseas, vómitos, diarreas, etc.

-Otra opción sería la utilización de salivas artificiales constituidas por agua, minerales y compuestos que simulan las propiedades de la saliva como la mucina, aunque no todos los pacientes las toleran bien.

-También se utilizan formulaciones magistrales de preparación sencilla en la farmacia o la estimulación eléctrica del sistema aferente de la boca y la faringe.

-Cuando el problema se relaciona con ciertos tratamientos médicos, se utiliza la amifostina, que suele resultar eficaz en estos pacientes.

En la farmacia puedes encontrar diferentes productos en distintas formas farmacéuticas de aplicación sencilla: desde chicles hasta colutorios, aerosoles, comprimidos, etc. Acude a tu médico y consúltale lo que te está pasando; él podrá hacer el diagnóstico correcto y administrarte el tratamiento adecuado a este incómodo problema que puede llegar a afectar a tu calidad de vida.