El contenido de las materias de las que se examinan los alumnos de selectividad lo fija el Ministerio de Educación y es el mismo para todas las comunidades. Pero cada comunidad diseña el examen y establece sus criterios de corrección. En la comunidad gallega es la Comisión Interuniversitaria de Galicia (CiUG), de la que forman parte las tres universidades gallegas, la que coordina el proceso. Su presidente Celso Rodríguez Fernández niega que en Galicia los exámenes de acceso a la universidad sean "más difíciles" que en el resto del Estado. Aún así, respalda la demanda de una prueba única para el Estado. "No me disgustaría eso, aunque no hay una diferencia de notas que lo justifique", aclara.

Rodríguez, que representa también la postura de la Universidade de Santiago, rechaza que existan "grandes diferencias" en el nivel de dificultad. Según explica, los exámenes los elabora un grupo de trabajo en el que participan profesores universitarios y de enseñanza media. "Y no creo que tengan ningún interés en ponerlos más difíciles", señala. "Lo que ocurre es que se hacen seis pruebas y algunas son más fáciles y otras más difíciles y después se sortea y puede pasar que salga la más difícil, pero sería la más difícil para todos", defiende.

El rector de A Coruña, Julio Abalde, concuerda con él en no apreciar una mayor dificultad en Galicia. "No hay datos que permitan asegurar que hay pruebas más fáciles que otras", asegura. Cree que debería hacerse "un estudio riguroso" para saber si hay diferencias en las pruebas de selectividad de las distintas comunidades desde el punto de vista de la dificultad y analizar si eso "repercute en la nota final de los estudiantes y en la igualdad de oportunidades". Abalde recuerda al igual que Rodríguez que el examen de selectividad solo determina el 40% de la nota final. Por esta razón, no ve necesario cambiarlo. "Está funcionando bien, solo habría que establecer mecanismos de mejora continua", apunta.