Lejos de ser una disciplina reciente, la inteligencia artificial cuenta ya con más de 60 años de vida. Fue en 1957 cuando una serie de científicos decidieron bautzar con este nombre a los expertos que comenzaron a trabajar con el fin de crear máquinas "que pudieran pensar". Pese a que este sistema ya forma parte del día a día de la sociedad „desde cuando una web busca el mejor viaje, una plataforma sugiere las series en función de los gustos o cuando se utiliza un gps en el móvil„, la presidenta de la Asociación Española de Inteligencia Artificial, Amparo Alonso, reconoce que el fin último con el que nació esta disciplina aún no se ha logrado. "Se buscaba reproducir la inteligencia humana en una máquina y no se ha conseguido a nivel general, solo en entornos muy acotados", señala la también profesora de la Universidade da Coruña, que ayer participó en la conferencia Inteligencia en constante evolución que la Fundación Pfizer organizó en el Museo Domus de A Coruña y en la que también intervino el paleontólogo en el yacimiento de Atapuerca Ignacio Martínez.

La inteligencia artificial surgió hace 62 años y dice que aún no ha conseguido su objetivo...

El fin último sigue siendo reproducir la inteligencia humana en una máquina pero no lo hemos conseguido a nivel fuerte o general que era el objetivo con el que surgió en 1957. Hoy en día tenemos lo que se llama inteligencia artificial débil, hemos conseguido crear sistemas muy inteligentes pero en entornos muy acotados. Por ejemplo, en medicina si tu quieres saber quien es el que mejor hace un diagnóstico general es el ser humano, pero si necesitas un diagnóstico muy específico dentro de un ámbito concreto, eso lo puede hacer un sistema inteligente. Además tampoco se ha conseguido reproducir algunas cosas que van con la inteligencia como la consciencia, las máquinas son mucho más inteligentes que los humanos en algunas cosas como el cálculo o el sistema de recomendación (no hay ningún humano que se conozca todas las películas que Netflix para recomendarlas), pero el sistema inteligente no es consciente de sí mismo y los humanos sí.

Entonces, de momento, ¿la inteligencia artificial no está por encima de la humana?

En algunos aspectos sí y en otros no, la diferencia es una cuestión de enfoque y de los datos que necesitan. La inteligencia artificial necesita grandes cantidades de datos para poder funcionar y el humano no, tiene un sistema de aprendizaje innato. Por ejemplo, un bebé aprende con pocos datos. Si quiere coger una cosa echará la mano y a base de prueba- error aprende poco a poco cogerlo, un robot no. El robot debe aprender con muchos datos para funcionar porque no tiene ese sistema innato.

¿En qué cosas se recurre ya a la inteligencia artificial?

Cuando te recomiendan un viaje en internet, cuando Netflix te aconseja una serie o Amazon que te compres un libro porque gente que compró ese también adquirió esos otros, en Google Maps, en los asistentes personales... Todos estamos usando sistemas inteligentes prácticamente todo el tiempo.

La tecnología ha evolucionado mucho en los últimos años, ¿se seguirá a este ritmo?

Ya nos gustaría saberlo. La inteligencia artificial tuvo lo que sellama diferentes primaveras, estuvo de moda y volvió a bajar, por ejemplo en los 80 hubo un repunte con los sistemas expertos, pero volvió a caer el interés. Pero desde 2012 se puso de moda por la digitalización de todo, por la apareción de infraestructuras para procesar datos de forma rápida y barata, porque producimos todos mucha cantidad de datos, porque los fondos de capital invierten.... Las empresas más importantes del mundo ahora mismo son empresas de inteligencia artificial. Si hace 10 años las empresas que más ganaban eran químicas o petroleras, ahora son de este sector.

Entonces esto ha llegado para quedarse, no se trata de una moda más.

Sí, ha llegado para quedarse porque como dice un amigo lo llevas puesto en tu móvil y el móvil no te lo quitas ni para dormir.

¿Qué será lo siguiente, tener robots para todo?

La aplicación de la inteligencia artificial llegará a muchos campos. Dos de los más críticos serán la sanidad y la educación. Con sistemas de diagnóstico genético, se podrá hacer medicina personalizada; además se podrán detectar enfermedades infecciosas con antelación para saber cuando serán los picos y prevenirlas, detectar patologías antes de que tengan un signo externo, estaremos monotirados todo y llevaremos ropa que medirá nuestras variables. Y en educación, lo mismo. Tendremos procesos de enseñanza más indivudalizados, sabremos cómo llegar mejor a un alumno, elaborar materiales para una persona concreta, etc...

Expertos auguran que los robots sustituirán a los humanos en muchos trabajos. ¿Habrá menos empleos o se trabajará en otras cosas?

Un poco de todo. Hay consultoras que prevén que un tercio de trabajadores tendrán que variar su ocupación, pero también hay trabajos que ya están desapariciendo y no es solo por la inteligencia artificial sino por la automatización. Esta disciplina lo que realiza son tareas, que no siempre tiene que coincidir con trabajos, pero es cierto que la forma de trabajar será distinta. Los humanos harán tareas diferentes y la productividad será mayor así que serán trabajos que hoy no existen. La Oficina de Estadística Americana cree que un 65% de los niños que hoy entran en Primaria tendrán un trabajo que no existe en la actualidad.

¿Pero siempre habrá un hombre detrás de las máquinas, no?

Sí. La UE tiene una visión de la Inteligencia artificial muy basada en lo humanístico, debe estar al servicio de la inteligencia humana. Hay recomendaciones, directrices para una inteligencia artificial confiable, lo que se busca es que siempre el hombre sea el responsable de tomar las decisiones últimas pero que las máquinas o algoritmos sean auditables, trasparentes, es decir, que puedas auditar qué hace el algoritmo, qué datos ha usado, etc.

¿Hay riesgo de que las máquinas vayan por libre o esto es ciencia ficción?

Supongo que te refieres a la teoría de que las máquinas vayan mejorando recursivamente hasta que sean tan buenas que los humanos perdamos el control. Estamos muy lejos de eso porque no tenemos una inteligencia artificial general, no es consciente y esto parece lejano. Otra forma que comentan algunas personas es la mejora de los humanos mediante inteligencia no humana. Es decir ponerse chips en su cabeza para tener visión nocturna, saber idiomas,etc... lo veo un poco de película. Pero para esos estamos, hay que reglamentarlo y ponerle coto.

¿Habrá que cambiar el sistema educativo para adaptarse a los nuevos trabajos?

Sí, vamos a necesitar un sistema educativo que cambie desde Infantil, será preciso que aprendan pensamiento computacional desde pequeños para que estén preparados para los nuevos trabajos. Y el resto de la población precisará un aprendizaje constante.

¿Habrá que prescindir de la educación humanística?

No, claro que no. Hay otras cualidades que va a tener que enfatizar el sistema educativo como son la empatía, la creatividad, la imaginación, la organización, la estrategia, el espíritu crítico...

No es un sector que seduzca a muchas chicas, ¿por qué?

En Informática, por ejemplo, solo el 12% de alumnos son mujeres. Influye la educación que se reciba en la familia. De forma inconsciente siguen habiendo juguetes diferentes por sexos y parece que las consolas o los ordenadores son cosa de niños. Una tecnofobia para las niñas que no tiene sentido. Sobre 10 años perciben que la ingeniería es algo de chicos. Hay evitar tratar a las niñas como si fueran princesas y a los niños como campeones. Faltan referentes femeninos y además hay estereotipos negativos e irreales sobre la profesión de informático.