Córdoba registró ayer un crimen que apunta, según las principales hipótesis de la investigación, a un nuevo caso de violencia de género, en el que un varón supuestamente mató a su pareja y luego se quitó la vida. El hombre se encontraba en libertad condicional tras ser condenado en 2004 a una pena de 17 años de cárcel por asesinar a su mujer en Algeciras (Cádiz) en 2002.

El Servicio de Emergencias 112 Andalucía alertaba de que a las 11.00 horas había recibido un aviso en el que se informaba de que salía humo de un inmueble. El centro coordinador activó a los bomberos del Parque Municipal, al Cuerpo Nacional de Policía, a la Policía Local y a la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias. Al llegar a la vivienda, se encontraron los cuerpos del varón y la mujer, ambos de mediana edad „ él de nacionalidad española y ella, brasileña„ que presentaban heridas de arma blanca.

Los bomberos tuvieron que sofocar las llamas que se propagaban por una habitación, mientras que el resto de la vivienda resultó afectado por el humo. De hecho el estado en el que se encontró la casa dificultó la labor de los agentes de la Policía Nacional para recoger pruebas de investigación. Mientras, la autoridad judicial está pendiente de los resultados de las autopsias.

Por su parte, fuentes del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) precisaron que la mujer fallecida "no era usuaria" del servicio que presta dicho instituto. Fuentes de la investigación apuntaron que no constan denuncias previas de la relación actual, si bien el varón contaba con antecedentes por violencia de género. De hecho había sido condenado por matar a su anterior mujer tras haberla estrangulado con el cable de la plancha, en abril de 2002 en su casa de Algeciras (Cádiz).

Fuentes penitenciarias indicaron que en octubre de 2017 un juez de Vigilancia Penitenciaria le concedió el tercer grado y, posteriormente, en febrero de 2018, le fue concedida la libertad condicional, régimen en el que se encontraba actualmente, encontrándose en la fase final de la condena, que expiraba en 2020.

Como consecuencia de la muerte confesa de su mujer, fue juzgado por un jurado popular en la Sección de Algeciras de la Audiencia Provincial, siendo condenado a 17 años de prisión por asesinato. La sentencia contemplaba el agravante de parentesco. Asimismo, señalaba que existió alevosía por parte del acusado, dado que la mujer estaba inconsciente cuando la trasladó a la bañera, donde finalmente murió.