La conservación de los ecosistemas y la biodiversidad es fundamental en la lucha contra la crisis climática así como potenciar metas más ambiciosas en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para 2040, según Greenpeace, que reduce la importancia de la producción de biocombustibles.

"Es necesario parar la destrucción de los espacios naturales y sus bosques, sumideros de carbono, por medio de la reducción de las actividades agrícolas y ganaderas industriales que son las que están incrementando las emisiones", explicó la responsable de costas de la organización ecologista Greenpeace, Paloma Nuche. Así lo manifestó tras conocerse, ayer, el informe de científicos del Panel Internacional de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la ONU presentado tras cinco días de reuniones en Ginebra.

El informe del IPCC "se centra en los cambios de los usos del suelo fundamentalmente, es decir la transformación de ecosistemas o áreas naturales en cualquier tipo de uso antrópico para uso humano", según Nuche.