Yo sí que como, su primer libro, hizo abrir a miles de personas una nueva vía para intentar mejorar su nutrición. A esta obra le han seguido otras tres. Aunque mucha gente se queda en el título de "la nutricionista de Alaska", la gallega Patricia Pérez intenta ir más allá del cliché. Su vida anterior como presentadora de televisión dio paso a una carrera como experta en nutrición. Diversos canales en YouTube recogen sus consejos, que también ha facilitado, incluso mediante recetas de cocina, en el canal Fox. Ella será una de las ponentes de la segunda edición de eWoman Coruña, jornada organizada por LA OPINIÓN para visibilizar el trabajo de mujeres que destacan en el ámbito empresarial.

¿Le resultó difícil cambiar de ámbito y de profesión?

No, de hecho es de lo que voy a hablar. A la gente le da mucho miedo empezar cosas nuevas, pero yo creo que es lo mejor que podemos hacer, aunque nos vayan bien otras. Para mí no resultó complicado porque surgió de una evolución natural. Cuando trabajaba en la tele ya me interesaba mucho la salud. Todo mi tiempo libre lo dedicaba a eso. Tampoco dejaba la televisión, porque tampoco había decidido empezar en la tele. Para mí siempre ha sido más importante la vida personal que la profesional. Fácil tampoco fue porque supuso romper la rutina. Cuando trabajaba en la tele, los masajes me los daban a mí, por así decirlo; ahora los doy yo. Bueno, no soy masajista como tal pero en mi centro ofrecemos distintos servicios para cuidar a la gente desde aspectos distintos. No lo cambiaría; no volvería a entrar en la televisión, la verdad.

¿Qué le diría usted a una mujer que quiere emprender un proyecto y siente que no es capaz por los temores?

Lo primero, que se lo tome con calma, las grandes decisiones hay que tomarlas drásticamente. Sí debe darse un tiempo para posicionarse. Yo no cerré mi camerino e inmediatamente después abrí mi centro. Fue paulatino. Segundo, hay que seguir lo que realmente quieres hacer. Muchas veces nos dejamos embaucar por lo que supuestamente debemos hacer o le damos importancia a las opiniones ajenas y parece que nosotras tenemos que cumplir ciertos roles. Yo creo que no. El tercer consejo es que cuiden su vida personal. Quien tiene una vida personal buena, aunque no le vaya del todo bien en su trabajo, no será una persona infeliz. Sin embargo, si tú no cuidas tu vida personal, por muy bien que vaya tu trabajo, ¿con quién compartes eso?

Una de las palabras que más repiten otras empresarias de éxito es "pasión" por lo que hacen. ¿Usted coincide?

Es que si tienes eso, en los días que hay truenos,rayos y tormentas, ¿qué haces? Es la pasión la que te ayuda a seguir. Para mí, la pasión es como los instintos, el seguir adelante a pesar del mal tiempo o de que se cierren unas puertas. Siempre se abren otras; en eso, la vida es maravillosa. Hay tantos afluentes de un mismo río que todo el mundo puede encontrar el suyo; siempre.

¿Usted qué destacaría de su proyecto?

La honestidad. Nunca vendí una cosa por otra. En mi centro, donde estoy día a día, yo vivo del boca a boca; no utilizo ni mi nombre, ni mi página web, ni mi Instagram para publicitar mi centro. Para mí, el mejor premio es que tengo gente que viene todas las semanas desde hace ocho años. Muchas veces tenemos que ser realistas,yo le dedico a todo el mundo, mínimo, una hora. No puedo abarcar más. Y si abarcara más, ya no sería un centro tan personalizado. Como consecuencia, o se factura menos o hay que trabajar más.

Antes hablaba de cuando hay que afrontar las truenos en la vida profesional. Cree que si hubiera sido hombre, ¿habría recibido tantas críticas como cosechó cuando arrancó su nueva vida profesional?

He recibido muchas críticas, tanto de mujeres como de hombres. La persona que me valora solo por ser mujer la descarto. Yo también soy muy criticada por mujeres, aunque también por hombres. Esas críticas me sirvieron para sacarme un máster en nutrición y estudiar más. Yo no entendía por qué se metían tanto conmigo. Como yo ofrecía la nutrición desde un punto de vista distinto, tenía críticas; pero también he tenido críticas buenas de profesionales de la salud que no las he publicado.

Supongo que la clave para superarlo reside en una autoestima fuerte.

¿Sabes lo que pasa? Cuando al principio se empezaron a meter conmigo, me preguntaba, ¿qué pasa, por qué se meten conmigo tanto? Recuerdo cuando, hace años, dije en Twitter que, para mí, la microbiota intestinal era como un órgano en sí mismo. No sabes lo verde que me pusieron algunos nutricionistas, bioquímicos, científicos por eso. Hoy en día ya se sabe de la importancia de la microbiota. No se trata de tener una autoestima alta o baja. Me da igual la gente que intenta hacer daño gratuito; pero me valió para mejorar. No me afectan las críticas, no porque tenga una autoestima alta, porque yo tengo debilidades como todo el mundo; pero mis padres me educaron en ser honesta y que no me preocupase por el destino que te toca tanto.

¿Ya piensa en otro libro?

Estoy preparando un libro para niños sobre nutrición.