La exprimera dama estadounidense Michelle Obama no es el único personaje famoso que admitió haber sufrido el síndrome del impostor. Las actrices Kate Winslet o Emma Watson también han pasado por ello. La protagonista de Titanic llegó a asegurar que muchas veces, al despertarse por la mañana, pensaba antes de ir a trabajar: "No puedo hacer esto, soy un fraude". Un sentimiento que comparte con la inolvidable Hermione de Harry Potter. "Tengo un sentimiento de inconformidad hacia mí y lo peor es que este aumenta día a día. A veces pienso: 'En algún momento, ¿la gente se va a dar cuenta que soy un fraude total?' No merezco nada de lo que logrado durante los últimos años", reveló Watson a la revista Rookie.

El mismísimo Neil Amstrong, el astronauta estadounidense que pasó a la historia por ser el primer hombre en pisar la Luna, también sufrió este síndrome, tal y como recogió el escritor Neil Gaiman en su blog, en el que hizo mención a una anécdota curiosa acontecida durante una convención en la que coincidieron. "Veo a todas estas personas y pienso: '¿Qué demonios estoy haciendo aquí?'. Todos ellos han realizado cosas asombrosas. Yo simplemente fui adonde me enviaron", le habría espetado Amstrong al autor de The Sandman o La orquídea negra durante ese encuentro.

La humorista Tina Fey también reconoció vivir "entre egolatría extrema y una sensación completa de ¡soy un fraude!" y, más recientemente, la cantante Ellie Goulding recurrió a su perfil de Instagram para desvelar el "calvario" que padece. "Sé que elegí este trabajo, pero nada podría haberme preparado para los altibajos que conlleva. Sé con certeza que gran parte de mi ansiedad proviene de lo que llaman síndrome del impostor, no creer en mí mismo y pensar que no merezco la felicidad, lo que resulta en querer sabotear mi propio éxito", reveló la artista en su perfil de esa red social.