Una encuesta europea estima en más de cinco horas semanales el tiempo que los farmacéuticos dedican a solventar los inconvenientes derivados de los problemas de suministro de medicamentos. "Por suerte estamos logrando que la repercusión, a nivel asistencial, sea mínima o muy puntual. Sin embargo, esta problemática consume muchísimo tiempo de nuestro trabajo, y también una gran cantidad de recursos", señala el vocal de servicios farmacéuticos de hospital del Colegio de Farmacéuticos de A Coruña (COFC), Héctor Mozo. "Los desabastecimientos nos obligan a coordinar alternativas terapéuticas. A nivel hospitalario, además, la elaboración de una formulación magistral de nuevo no es un proceso sencillo, hay que evaluar con mucha precisión los excipientes de la materia prima, y eso lleva su tiempo. Unido a que, en ocasiones, cuando la demanda no es suficiente, tenemos que apoyar también a los compañeros de Atención Primaria", añade Mozo, quien subraya, no obstante, que la comunicación entre los distintos servicios implicados es siempre "muy fluida".

El vocal del COFC explica que, a nivel hospitalario, la mayor parte de las faltas de suministro de medicinas se debe a "problemas de fabricación o capacidad" que "suelen coincidir con un aumento puntual de la demanda". "Y al haber exportaciones hacia otros mercados, se producen esos desajustes", señala.