Los programas de televisión no deben ser juzgados únicamente por lo que ellos mismos enseñan, sino por el acicate que suponen para que los espectadores se sientan motivados a aprender por su cuenta a partir de ellos. Por ejemplo, es imposible contemplar el episodio de The Crown relativo a la catástrofe minera de Aberfan sin pasarse sin colgarse de la Wikipedia a continuación para aprender más sobre el asunto. Raro es el programa de Boom que no me lleva a echar mano al móvil y consultar algún fleco de alguna pregunta curiosa. Tras ver la maravillosa Fosse / Verdon, me di el gustazo de volver a ver Cabaret, Chicago y All that jazz, y reconocí detalles que no había descubierto en las decenas de revisiones previas.

Cualquier programa, incluso el más insospechado, es capaz de producir este efecto de estímulo para el aprendizaje. Mismamente, la entrevista que el pasado sábado Jorge Javier Vázquez perpetró sobre María Teresa Campos. A priori, nada parecía apuntar que de ahí pudiera surgir ninguna inquietud cultural, pero confieso que a los pocos minutos de su comienzo me di cuenta de que no conocía el significado de la palabra bledo, presente, por ejemplo, en la expresión "todo lo que está contando esta paisana me importa un bledo".

Corrí al diccionario. Descubrí que un bledo es una planta de tallo rastrero, hojas triangulares, de color verde oscuro y flores rojas muy pequeñas. Pero no me detuve ahí: estimulado por la entrevista, me enteré de que el comino se mezcla con miel y pimienta para producir una pasta afrodisíaca. Resulta que en parchís se llama pito a la ficha que tiene un punto en una mitad. Los pimientos son ricos en capsaicina. Ya se cultivaba el pepino hace más de tres mil años en la India. Se suele acusar a Telecinco de no promover la cultura, pero este Sálvame me convirtió en un experto en todos los términos con los que terminan las expresiones "me importa un...". Lo único que no me interesó fue lo que ha pasado entre Edmundo y María Teresa.