El área de rehabilitación del Hospital de Oza registra cada año una media de 175 ingresos de pacientes con daño cerebral adquirido y de ellos, "el 90% han sufrido un ictus o un traumatismo craneoencefálico". "Pero también puede producirse un daño de este tipo con los tumores cerebrales o cuando falta oxígeno en el cerebro", señala el jefe del servicio de Rehabilitación del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), Miguel Alonso Bidegain, quien asegura que este tipo de enfermos suelen tener afectaciones "a nivel cognitivo".

Esto se traduce en que "pueden haber perdido la capacidad de hablar, en función del hemisferio que haya sido dañado, pueden tener problemas para realizar la marcha, en la deglución, etc...". Toda una serie de nuevas situaciones que pueden solucionarse o al menos reducir al máximo gracias a la rehabilitación. Por ello, tras pasar por la Unidad de Ictus, estos pacientes son derivados a rehabilitación, donde pueden ser hospitalizados o acudir durante la jornada a consulta con diferentes especialistas (neuropsicólogo, logopeda, etc...) y a someterse a diferentes terapias (primero ejercicios en la cama cuando la movilidad es muy reducida para pasar después al gimnasio específico para estos pacientes que hay en el Hospital de Oza).

El nuevo Chuac se ha diseñado pensando en la medicina de las próximas décadas. En el caso de la rehabilitación de pacientes con daño cerebral adquirido, el futuro pasa por la tecnología y los tratamientos más innovadores. "Nos gustaría poder llegar a usar robótica o la realidad virtual para la rehabilitación", explica este doctor del Chuac.