Los once miembros del jurado han declarado culpable de homicidio a Pedro López, el vecino de la localidad lucense de Monterroso acusado de matar a su propio padre, un hombre de 79 años con el que convivía en el domicilio familiar. El crimen tuvo lugar en marzo de 2018 y el tribunal popular ha tenido en cuenta el "testimonio de los testigos" y, de forma especial, la declaración de uno de los forenses, quien aseguró en la vista oral que las heridas que presentaba el anciano eran el resultado de una "serie continuada de fuertes golpes", no compatibles con caídas accidentales como aseguraba el procesado.

Asimismo, tuvieron en cuenta que, la noche de autos, del 18 al 19 de marzo de 2018, en la casa solo estaban, además de la víctima, el acusado y su hijo de 4 años. Por otra parte, el jurado también tiene en cuenta el testimonio de una psicóloga del Instituto de Medicina Legal de Galicia en la vista oral, dado que afirmó que, a pesar del grado de impregnación etílica que presentaba el acusado, era "consciente de sus actos".

Tras la lectura del veredicto por parte del jurado, el fiscal mantuvo una petición de pena de 17 años de cárcel, al considerar que los hechos juzgados son constitutivos de un delito de homicidio agravado por el parentesco entre la víctima y el homicida y por el estado de vulnerabilidad de la víctima, por razones de edad y porque tenía una salud muy mermada. Retiró la petición de que se le prohibiese al acusado acercarse o comunicarse con su hijo durante 20 años. El abogado de la defensa, César Lodos, reconoció que esperaban condena "pero por imprudencia". "Es difícil pensar que una persona puede matar a otra a patadas cuando tenía seis armas a su disposición", señaló.