Cuando era niña, Minia Manteiga se acostaba en la hierba, junto a la casa de sus abuelos en la aldea, a ver el cielo. "Me gustaba mirar el cielo en las noches estrelladas, y me gustaba la física, que propone leyes que gobiernan y explican los fenómenos que observamos", rememora, con cariño. "Siempre tuve curiosidad por entender, y la física y las matemáticas me aportaban seguridad", añade. La investigadora coruñesa (Negreira, 1963), primera catedrática de Astrofísica en Galicia „imparte clases en la escuela de Náutica de la Universidade da Coruña„ y miembro del equipo gallego que participa en la misión Gaia, la joya de la Agencia Espacial Europea (ESA) „cuyo objetivo es realizar el primer mapa tridimensional de la Vía Láctea„, aguarda con ilusión su ingreso, el próximo miércoles, en la Real Academia Galega de Ciencias (RAGC).

¿Qué espera aportar a la institución?

Para cualquier investigador gallego ser elegido para formar parte de la RAGC es un enorme honor, y yo me siento realmente contenta. Quiero trabajar desde la Academia para dar visibilidad al trabajo y las aportaciones que realizan los investigadores de Galicia en ámbitos muy diversos. Estamos en primera división en muchas áreas del conocimiento y es justo que la sociedad gallega se sienta orgullosa. La astronomía permite divulgar la ciencia con facilidad ya que despierta mucho interés en el público, y eso es una ventaja que debo aprovechar. Además, me gustaría que la opinión de la Academia fuese tenida en cuenta por la Administración pública para orientar, cada vez mejor, las inversiones en el ámbito de la investigación y el desarrollo tecnológico de nuestra comunidad.

¿Por dónde va a ir su discurso de ingreso en la Academia?

Va a basarse en los logros que ha obtenido la misión espacial Gaia, en la que participa mi grupo de investigación desde el año 2007. Tras más de cinco años de observaciones, Gaia ha proporcionado unos datos y unos resultados científicos impresionantes, que la comunidad astronómica mundial ha utilizado en ámbitos tan diversos como la determinación de órbitas de asteroides cercanos a la Tierra o el descubrimiento espectacular de que hace unos diez mil millones de años nuestra galaxia, la Vía Láctea, prácticamente atrapó en su interior a otra galaxia más pequeña. Mi grupo de investigación está formado por investigadores del Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Citic), que es uno de los dos centros de investigación de excelencia de la Universidade da Coruña (UDC), y trabajamos en la aplicación de técnicas basadas en la Inteligencia Artificial para el procesado y análisis de los datos de Gaia. En concreto, nuestras herramientas permiten la clasificación de las fuentes astronómicas observadas „estrellas, otras galaxias y cuásares„ y la determinación de sus propiedades principales, por ejemplo, la temperatura o la gravedad de las estrellas.

¿En qué punto se encuentra la misión?

Gaia ha superado ya el periodo de un lustro inicialmente previsto, y ha sido aprobada una continuidad por otros dos años, que se ampliarán, probablemente, a cuatro. Esto ha sido posible por la precisión de su puesta en órbita y el excelente funcionamiento de todos los elementos del satélite. Hemos publicado dos archivos, el último en abril de 2018, con el resultado de procesar los primeros 22 meses de observaciones, y estamos preparando el tercer archivo, que será mucho más completo porque incluirá el análisis de las distribuciones de energía de los astros. Es en este campo en el que mi grupo está realizando su mayor aportación, y esperamos contribuir de forma importante al tercer archivo. Los datos del segundo archivo de Gaia, esencialmente paralajes (distancias) y movimientos de las estrellas, han sido utilizados masivamente por la comunidad internacional. Uno de los resultados más interesantes ha sido constatar que la Vía Láctea experimentó un episodio de "canibalismo galáctico" hace unos diez mil millones de años, engullendo otra galaxia más pequeña, del tamaño de la nube pequeña de Magallanes. Encontramos un grupo de estrellas que se mueven al revés alrededor del cetro galáctico y que provienen de esta otra galaxia. Pero hay muchos otros.

Es la primera catedrática de Astrofísica en Galicia, ¿cómo ve el papel de la mujer en la ciencia? ¿Cree que está suficientemente representada?

Creo que nadie discute que mujeres y hombres pueden tener el mismo papel relevante como científicos, pero aunque no se discute, lo cierto es que, agazapados, todavía persisten comportamientos y prejuicios que nos perjudican. Las mujeres tendemos a poner sobre nuestras espaldas demasiado peso por esa vocación de servicio que viene impresa casi en nuestros genes, y llega un momento en que muchas tiran la toalla y su carrera profesional se estanca. Hay que seguir trabajando en la educación de chicos y chicas para que esto no sea así. En cuanto a mi profesión, los astrofísicos españoles se agrupan alrededor de la Sociedad Española de Astronomía, somos unos 800 „entre personal consolidado y estudiantes de posgrado y posdoctorales„, de los cuales aproximadamente un 35% son mujeres. Este porcentaje baja notablemente si nos vamos a las escalas más altas académicas o de gestión, pero la tendencia es a mejorar lentamente.

¿Es posible dedicarse a la ciencia sin vocación?

Creo que sin el impulso que te da la ilusión por encontrar respuestas, es casi imposible que a alguien le compense, como proyecto de vida, el dedicarse a la investigación.