El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, advirtió ayer de que al país le esperan "semanas decisivas" para ver la evolución del coronavirus y que el pico de la epidemia en Italia aún está por llegar. "No podemos bajar la guardia, es el desafío más importante, necesitamos a los 60 millones de italianos para ganar", dijo Conte, en una entrevista que publica hoy el Corriere de la Sera, cuando en el país ya se contabilizan 25.000 contagios y más de 1.800 muertos por coronavirus, según las últimas cifras.

"Es el momento de los sacrificios, de las elecciones responsables. Desde el principio, he trabajado con un espíritu de unidad, poniendo la salud en el centro", añadió, antes de pedir que se dejen de lado las controversias."Estamos ante una emergencia que no se conoce desde la Segunda Guerra Mundial", reconoció.