1. Hay cierta tendencia a creer que volverá a la normalidad en cuanto remate el estado de alarma: es un error y en el caso de Galicia más. La alerta sanitaria ha provocado una crisis económica a escala mundial, no nacional. Por tanto, precisamos que el conjunto de países relevantes salga de ella de forma global. Me explico: es cierto que China acaba de iniciar la recuperación, pero EEUU o India están todavía en una fase embrionaria de la crisis sanitaria. Tengamos en cuenta que A Coruña está entre las cinco provincias más exportadoras de España y Pontevedra es la undécima en este ámbito, por tanto precisamos que el pulso económico del mundo esté equilibrado. Inditex y PSA, las dos grandes compañías tractoras de Galicia, tendrán problemas de ventas a nivel global hasta que no se recupere la actividad económica mundial.

2. Salvo las exportaciones, hay otros tres componentes de la demanda sobre los que podemos actuar: consumo público, consumo doméstico e inversión privada. Para ello debemos activar tres grandes medidas, entre ellas un Plan Marshall europeo y un "presupuesto de guerra" nacional. La tercera tiene que ver con la gran caja oculta que existe en España y que es el superávit municipal de 27.000 millones producto de aplicar la regla de gasto de Montoro. Hay que ponerlo en circulación para calentar la demanda doméstica.

3. Estamos ante una crisis corta, que puede durar 3 o 15 meses según cómo lo hagamos. Desde el ámbito estatal e internacional hay que asegurar la liquidez y la solvencia. También evitar a toda costa que se encarezcan los tipos de interés de la deuda pública. Echo de menos un discurso unificado en Europa.