A medida que avanza la pandemia de coronavirus y se alarga la cuarentena, a las organizaciones de festivales de música de Galicia les palpita más el corazón y no, precisamente, por alegría o enamoramiento sino por temor. La crisis del SARS-CoV-2 o Covid-19 "puede ser una estocada total" al sector, asegura el presidente de la Asociación de Festivais de Galicia, Luis Campos. "El sector cultural trabaja al límite así que barajamos la posibilidad de que algunos festivales queden por el camino. A la Xunta, esto le preocupa con un Xacobeo (el de 2021) a las puertas por la necesidad de organizar actos", añade Campos.

Por ello, diferentes responsables de Cultura y la Axencia Galega de Industrias Culturais (Agadic) se reunieron el pasado martes con portavoces de la Asociación Festivais de Galicia, Galega de Empresas Musicais, Músicas ao Vivo; Asociación Galega de Salas de Música Clubtura; la Asociación de Empresas Tecnolóxicas e Servizos Audiovisuais de Galicia; y con Joaquín Martínez, productor gallego de festivales como O Son do Camiño y presidente de ESmúsica.

El mensaje que les facilitó la Administración autonómica fue claro. "Nos trasladaron su voluntad de ver el sector musical como estratégico; no quieren que se destruya lo que hay", indicó Luis Campos.

De momento, la Xunta les prometió agilizar los pagos y, una vez se supere la lucha contra la Covid-19 articular medidas de apoyo al sector. El presidente de Festivais de Galicia entiende que "tomar medidas ahora sería precipitado porque no sabemos qué va a pasar. No sabemos si seguiremos sin salir de casa 15 días o un mes más; qué tipo de cuarentena habrá después de esta... Es una situación muy complicada".

No obstante, Luis Campos teme que, como muy pronto, se puedan realizar actividades multitudinarias a finales de junio, aunque tampoco confía en que pueda ser así teniendo en cuenta la evolución en otros países como Italia o China.

Respecto a la posibilidad de trasladar los festivales a septiembre, apuntó la posibilidad de que haya overbooking, demasiadas citas en la agenda, y eso los perjudique finalmente. "Algunos están ya moviendo las fechas para septiembre y octubre. Esto nos preocupa porque es posible que si se concentran los festivales solo en esas fechas, eso nos perjudicará a todo el mundo. Se planteará una oferta no asumible por el público porque se daría la coincidencia de que se celebrasen dos o incluso tres festivales en un mismo fin de semana", avisa Campos.

Como consecuencia, varias organizaciones reclamarán al mismo tiempo recursos materiales y personales, lo que podría no satisfacerse. Otro problema que podría surgir es la competencia entre festivales de pago y conciertos gratuitos que también se muevan para los meses de septiembre u octubre.

Se podría dar la paradoja de que un mismo productor organice un festival o un concierto que coincidan en fechas, lo que supondría un varapalo para sus números ya que el público se repartiría entre estas citas.

Pero esta posibilidad solo se daría si para esas fechas todo está normalizado y no hay ningún tipo de cuarentena, lo que no se puede saber a ciencia cierta en estos momentos ya que dependerá de cómo derive el virus.

"Entre las variables que debemos tener en cuenta también están que los artistas quieran venir actuar aquí; que el público también quiera venir —hay que recordar que en muchos festivales gallegos un porcentaje importante de sus asistentes proceden de fuera de Galicia e incluso España—", explica el gallego Luis Campo.

La Asociación Festivais de Galicia mantuvo estos días varias reuniones virtuales con sus asociados para tratar estos temas, entre otros asuntos de actualidad para la entidad.