La crisis del Covid-19 ha impuesto un confinamiento de la ciudadanía en sus hogares que supone un problema para personas de avanzada edad o con dificultades de movilidad, es decir, con algún grado de dependencia reconocido. Para tratar de ayudarlas en su día a día, la Xunta incrementará un 50% los beneficiarios del servicio de ayuda en el hogar. Los 12.500 nuevos usuarios no pagarán nada por el servicio de personal que los ayudará a realizar las tareas domésticas, como limpieza, hacer la compra o acudir a la farmacia, o cualquier otra necesidad. El coste será asumido íntegramente por la Xunta, que destinará a esta medida seis millones de euros mensuales.

En la actualidad, 24.000 gallegos recibían este tipo de prestación, con diferente duración en cada caso. Ahora serán 36.500, aunque los primeros seguirán abonando una parte del servicio con cantidades que van desde 1 euros a 3,5 por hora, en función de la renta y situación de cada ciudadano. La nueva contratación por parte de la Xunta, que financia un servicio que ofrecen los concellos, supondrá medio millón de horas de atención y se mantendrá durante la vigencia no solo del estado de alarma, sino también de la emergencia sanitaria gallega.

El presidente del Ejecutivo autonómico, Alberto Núñez Feijóo, defendió la necesidad de aplicar medidas de este tipo para dar respuesta al aumento de necesidades sociales por culpa de la emergencia del Covid-19. Serán los servicios sociales municipales los que determinen quiénes se benefician de esta ampliación en función de la urgencia de cada caso.

Del paquete de ayudas sociales se incluye también la suspensión del cobro de las cuotas de este mes a 22.300 hogares, usuarios de escuelas infantiles públicas, concertadas y de iniciativa social (13.700) y centros de atención diurna para mayores y personas con discapacidad (8.600). La medida supondrá un gasto de 2,6 millones, pues también supondrá la devolución de la mitad de lo abonado el mes pasado, justo desde la declaración del estado de alarma.

Además, el presupuesto para las entidades sociales aumenta un 22% hasta los 18,3 millones de euros, lo que permitirá atender a 120.000 personas este año de los colectivos más vulnerables ante la crisis del Covid-19, como personas en riesgo de exclusión, inmigrantes o ciudadanos sin hogar, según el Ejecutivo, que prevé un 33% más de beneficiarios gracias a esta medida.

Estos fondos permitirán cubrir los gastos de funcionamiento de centros de inclusión y emergencia social y actuaciones de complemento de los servicios sociales.

En el terreno de la vivienda, la Xunta suspende también este mes el cobro del alquiler de 64 viviendas públicas propiedad de Xestur y las cuotas por las naves industriales o parcelas alquiladas.

En la rueda de prensa posterior al Consello, de nuevo telemática, Feijóo también se refirió al material sanitario adquirido por Galicia.

La administración gallega autorizó el gasto de otros 5,1 millones en material sanitario, lo que eleva el balance total de las medidas contra la pandemia a 17. La cuarta operación de compra urgente incluye 20.000 pruebas para diagnosticar el Covid-19, cuatro millones de máscaras quirúrgicas y 152.000 respiratorias o medio millón de batas de protección. "Seguimos comprando y teniendo provisiones", dijo Feijóo, que reconoció dos prioridades y dos problemas: adquirir respiradores para las UCI y test.

"Tenemos enormes dificultades para comprar todos los respiradores que hemos prepagado", reconoció. Desde el 5 de marzo, la Xunta cifró en 113 los dispositivos de este tipo en diferentes modalidades (para UCI, para ambulancias....) adquiridos.