Las peluquerías son, al menos en apariencia, el sector comercial más beneficiado por el reinicio de la actividad en esta fase, ya que el largo periodo de confinamiento hace que sean muchas las personas que desean hacer uso de sus servicios para gozar de un mejor aspecto. La jornada de ayer se inició con largas listas de clientes que demandaban cortes y arreglos de cabello que tendrán que ser atendidas a lo largo de los próximos días.

Los profesionales atienden a los clientes con guantes, mascarillas e incluso pantallas faciales para garantizar la seguridad ante el riesgo de contagio y proceden a la desinfección del material y los asientos después de cada uno de los servicios efectuados. Los establecimientos más habituales en la ciudad tan solo cuentan con un profesional de esta actividad, lo que facilita su apertura, ya que no debe guardar distancia de seguridad con otro posible empleado. Los clientes, por su parte, no pueden esperar su turno en el interior del establecimiento, sino que deben llegar al mismo a la hora a la que se les haya concedido la cita que fue solicitada previamente.

El empleo de este sistema perjudica sin embargo a los establecimientos como las peluquerías femeninas en las que habitualmente mientras se aplica un tratamiento a una clienta se realiza otra labor a otra, lo que ahora es imposible si no se dispone de una adecuada distancia que en muchos casos no existe. A pesar de esta dificultad, la demanda en estas peluquerías también es alta en este reinicio de la actividad.