Hace justo una semana, las autoridades sanitarias de Estados Unidos (EEUU) aprobaron de emergencia el uso del remdesivir, un fármaco antiviral experimental, para tratar a pacientes con Covid-19. Aún no hay pruebas concluyentes sobre la eficacia de este compuesto, desarrollado inicialmente para combatir el ébola y que también se utilizó contra los coronavirus SARS y MERS. Pero un ensayo clínico realizado por los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses ha arrojado resultados preliminares prometedores. De ahí, la medida tomada de manera excepcional por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés). El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón decidió este jueves seguir los pasos de la FDA, dando también el visto bueno a la utilización del medicamento de la compañía biotecnológica Gilead, calificado por el director de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Mike Ryan como "un rayo de esperanza" en mitad de la pandemia.

Los científicos, no obstante, piden cautela. "Los resultados preliminares parecen prometedores, pero no dejan de ser preliminares y en un número limitado de enfermos. De ahí que sea necesario un estudio más amplio", indica Enrique Alemparte, investigador y médico de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), quien subraya que la expansión de la enfermedad causada por el SARS-CoV-2 y la necesidad de contar con nuevos fármacos, dada la urgencia, están obligando a pisar el acelerador, y concentrar en un corto periodo de tiempo las fases de los ensayos clínicos. En circunstancias normales, se llevan a cabo de manera escalonada, pudiendo transcurrir entre unas y otras varios años. "Para que un tratamiento salga al mercado, los estudios son muy largos. Hay que comprobar su eficacia y, sobre todo, la seguridad. Que el beneficio que aporta sea mayor que el daño que puede causar", apunta.

Evaluar la eficacia del remdesivir y sus posibles efectos adversos es, precisamente, lo que se está haciendo en el Chuac desde hace varias semanas. El complejo coruñés es el único hospital gallego, y uno de los trece centros de todo el país, autorizados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) -dependiente del Ministerio de Sanidad-, para probar ese fármaco en pacientes con Covid-19 cuyo estado es grave o moderado. Los especialistas de As Xubias se lo han administrado ya a siete enfermos. "Todos con la infección por SARS-CoV-2 activa y con mayor o menor insuficiencia respiratoria. No hay limitación por edad, aunque sí otras restricciones. La afectación renal o hepática grave son excluyentes, porque pueden interferir en la metabolización del compuesto. Los parámetros analíticos deben indicar que el riñón y el hígado de los participantes en el ensayo clínico funcionan bien", explica el doctor Alemparte, quien especifica que la cifra global de participantes en el estudio -de ámbito internacional-, supera los 2.000. "No tiene una duración determinada. Nosotros seguiremos incorporando pacientes al ritmo que podamos ir controlando con seguridad su evolución. Tenemos que ser muy cuidados en este sentido", subraya.

Llamamiento a la prudencia

Este investigador e intensivista del Chuac apela de nuevo a la "prudencia" y a la "mirada crítica" cuando se le pregunta si, al igual que la OMS, considera que los resultados preliminares obtenidos en EEUU con el remdesivir abren una vía a la esperanza. "Ya nos ha pasado más veces que tratamientos que parecían fantásticos, al ser analizados con calma, no eran tan buenos, o que su uso resultaba indiferente. Y hay que tener en cuenta que todos los medicamentos tienen sus efectos secundarios, hasta una aspirina", advierte el doctor Alemparte, y agrega: "Vemos demasiadas publicaciones, con mucha información, y debemos ser bastante críticos a la hora de darles peso, y situar cada una en su nivel de importancia. Hay que preguntarse qué aportan realmente. Si son datos con suficiente peso como para tomarlos en consideración y aplicarlos, o si es necesario continuar estudiándolos", recalca.

Otros ensayos clínicos

El remdesivir no es el único fármaco contra el SARS-CoV-2 cuya posible eficacia está siendo testada en el Chuac. El complejo hospitalario coruñés participa en cuatro de los 66 ensayos clínicos aprobados, hasta ayer, por la Aemps para evaluar la eficacia de varios compuestos como posibles tratamientos, o como profilaxis en colectivos de riesgo, contra la infección causada por ese coronavirus. Hace ya varias semanas que el centro de As Xubias empezó a probar, también, un fármaco indicado contra la malaria, la hidroxicloroquina, para prevenir el contagio del personal sanitario que atiende a los pacientes con Covid-19. Además, el Chuac está evaluando la eficacia de combinar la ciclosporina A, un inmunosupresor indicado para pacientes con dolencias autoinmunes, como la artritis reumatoide grave, con el tratamiento estándar que se administra a esos enfermos.