A Carmen González, como al resto de su sector, el estado de alarma le cogió en el peor momento: "Fue llegar la ropa y tener que cerrar. Fue un palo", explica la propietaria de Suyay, tienda dedicada a la moda y complementos del centro de Sada. Esta emprendedora encara el primer día de desescalada con moderado optimismo y pone el acento en la importancia de cumplir los protocolos de seguridad: "A ver si poco a poco nos vamos recuperando, lo principal ahora es que no haya un repunte".