Las mascarillas serán necesarias en las entradas al centro educativo, salidas y puntos de circulación en los que no sea posible mantener la distancia de seguridad. También en el transporte escolar.

ESolo en momentos concretos. "Teniendo en cuenta la imposibilidad de mantener la distancia en los movimientos de entrada y salida y en los nudos de circulación por el centro, el alumnado y el profesorado tienen la obligación de usar mascarillas en los movimientos que discurran por el centro. En las aulas se podrá prescindir del uso obligatorio de mascarilla atendiendo a que existen distancias que resultan inalterables", expresa el texto que regula la vuelta a las aulas.

EHigiene. "La higiene de manos es obligatoria en cada cambio de aula, a estos efectos, en la puerta de entrada de cada una de las aulas existirá un dispensador de solución hidroalcohólica", apunta el documento. El profesorado recordará al alumnado con la frecuencia que determine el centro, "y en todo caso antes y después de las salidas y retornos del recreo", la necesidad de lavarse las manos y de evitar tocar la cara y los ojos, una práctica que se extiende al entorno escolar igual que a la vida privada.

EMantener distancias. "Se hará especial esfuerzo en guardar en todo momento la distancia de seguridad con el resto del personal y el alumnado, tanto en los periodos de actividad como en la entrada y salida al puesto, así como en los tiempos de descanso", expresa la Consellería de Educación en el documento. Añade que "en las aulas los pupitres o mesas estarán en la disposición más separada que permita el tamaño del aula (mínimo dos metros)". Con carácter general cada aula (entre 48 y 51 metros cuadrados) permite ubicar hasta 15 alumnos/as.

EMaterial de protección. La Consellería de Educación realizará "un aprovisionamiento adecuado de elementos de señalización y mascarillas de protección". A partir de ese envío inicial, será cada uno de los centros encargado de proveerse de material: desde gel hidroalcohólico, dispensadores, papel, guantes, desinfectantes, papeleras o más mascarillas. El centro educativo tendrá que contabilizar estos gastos por separado, una labor que recaerá en la secretaría.