La pandemia de coronavirus ha provocado interrupciones en los servicios de prevención y respuesta a la violencia en más de un centenar de países lo que aumenta el riesgo de que los niños puedan ser víctimas de actos de violencia, explotación y abuso, según alerta el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef).

La entidad ha llevado a cabo un estudio a nivel mundial sobre las repercusiones socioeconómicas de la respuesta al Covid-19 al que han respondido 136 países, 104 de los cuales han notificado una interrupción de los servicios relacionados con la violencia contra los niños. Alrededor de dos terceras partes de los países -entre los que figuran Sudáfrica, Malasia, Nigeria y Pakistán- han informado de que al menos un servicio había resultado gravemente afectado, mientras que Asia Meridional y Europa Oriental y Asia Central son las regiones en las que se registra la mayor proporción de países con interrupciones en la disponibilidad de los servicios.

La directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, lamenta que "apenas estamos empezando a ser realmente conscientes del daño que están sufriendo los niños, que se han visto más expuestos a la violencia durante los confinamientos derivados de la pandemia".