Mantener abierto un centro de día o de atención a pacientes en plena pandemia obliga a cumplir un estricto protocolo de seguridad fijado por la Xunta. En el caso de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de A Coruña (Afaco) -que cuenta con 190 usuarios en sus centros y hasta medio millar de pacientes que se benefician de alguno de sus servicios- se ha diseñado un plan de contingencia para mantener las medidas de "seguridad e higiene" que marca la nueva realidad en sus instalaciones y "se han realizado pruebas diagnósticas a todos los trabajadores" para descartar que estén contagiados, según informan desde la entidad.

Entre las medidas a aplicar está la reducción de aforo para poder cumplir con la distancia de 1,5 metros de seguridad para evitar la transmisión del virus. Esto provoca que, por ejemplo, en los centros de día -con capacidad cada uno de ellos para 40 usuarios-, por el momento solo puedan estar una veintena de pacientes, explican en Afaco. "Además todos los usuarios estarán siempre con mascarilla", explica la responsable técnica de Afaco, Elena Viqueira, quien deja claro que se han tomado todas las medidas para garantizar la plena seguridad de estos pacientes en las instalaciones de la entidad. Casi medio año después muchos usuarios se reencontrarán hoy con sus compañeros y terapeutas.