La semana pasada, las autoridades sanitarias gallegas tomaban la decisión de limitar en toda la geografía de la comunidad las reuniones de carácter familiar o social a un máximo de diez personas e integrantes del comité clínico pedían a los universitarios "responsabilidad" tras situarlos, con sus fiestas, en el punto de mira de los contagios. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se hizo eco de ese llamamiento e incluso advirtió que las reuniones podrían limitarse más, mientras desde el Concello de Santiago buscaron cómo atajar las fiestas.
No obstante, a los estudiantes también les han salido valedores. A las tres universidades, que ya habían abogado por sus alumnos la pasada semana, sobre todo Santiago, alegando el bajo número de contagios registrados hasta entonces en el colectivo, se sumaba ayer la voz del conselleiro de Educación, Román Rodríguez, desmarcándose de la línea promovida desde el Ejecutivo autonómico al coincidir con los rectores en considerar "injusto" responsabilizar al conjunto de universitarios de la propagación del Covid-19 en las últimas semanas.
El conselleiro, al igual que los rectores, salió en defensa de "la inmensa mayoría" de universitarios que, afirmó, "se comportan con prudencia, con responsabilidad y con respeto". Con todo, admitió que puede haber "en algún caso concreto algunas personas, que pueden ser universitarios o no", que pueden "incumplir las normas". Rodríguez cree que, como a otros colectivos, hay que pedirles "responsabilidad", pero añadió que "hay que ser justos" con ellos y no cargar únicamente sobre sus espaldas la responsabilidad de la propagación en las últimas fechas de los contagios.
El rector de la Universidade de Vigo, Manuel Reigosa, opinó que los estudiantes "cumplen rigurosamente" las peticiones de las autoridades y aseveró que "están dando ejemplo". Sus homólogos en A Coruña, Julio Abalde, y Santiago, Antonio López, incidieron en la idea. "No es un colectivo que pueda ser marcado como responsable de la propagación de la pandemia", sostuvo Abalde.
